Acabar con los tópicos sobre la automatización (2): es demasiado cara

Dentro de unos quince años, la inteligencia artificial y su brazo armado, la automatización, habrán tenido un impacto en casi todos los mercados, sectores y profesiones. De nuevo, los que nos dedicamos a la automatización, lidiamos a diario con frases como "La automatización es sólo para las grandes empresas con dinero" o "Estos proyectos son demasiado caros y no son lo suficientemente rentables".

Aunque muy extendido, es un tópico falso, utilizado a menudo por los fervientes opositores a la evolución. Y no, la automatización no es demasiado cara. A menudo, aquellos que se quejan del coste de la automatización son los mismos que asumieron una implementación a medias y a una visión a corto plazo. Si bien es cierto que la concesión de licencias y la puesta en marcha de los procesos pueden ser costosos, la automatización resulta ser muy rentable cuando forma parte de un enfoque empresarial global. 

Uno de los errores más comunes es implementar proyectos aislados sin que los equipos de los diferentes departamentos se comuniquen entre ellos. Como resultado, se dispara el número de proyectos que sirven como pruebas de concepto (los llamados POC en sus siglas en inglés), pero que requieren una inversión elevada y, más importante aún, no generan resultados.

“Think big, start small” dicen los ingleses. Se trata de tener una visión clara y de planificar para implementar el uso integral de la automatización, empezando por procesos muy sencillos que tengan potencial para generar un retorno sobre la inversión en poco tiempo; también significa empezar con un equipo de supervisión pequeño que puede crecer con el tiempo en la medida que avancen los proyectos. En este contexto, las preguntas pertinentes antes de empezar cualquier proyecto de automatización serían: "¿Cuál es la estrategia?", "¿Quién debe participar desde el inicio?" y "¿Cuáles son los retos de transformación del negocio en este momento y cómo puede la automatización ayudar a obtenerlos de la manera más ágil?"

Es esencial definir muy rápidamente los objetivos a alcanzar y establecer los indicadores que hay que poner en marcha para medir los resultados. Detallar los procesos que se van a automatizar y definir las prioridades ayudará a reducir los tiempos muertos, sinónimo de costes innecesarios. 

Una buena planificación a largo plazo desde el principio evita que un proyecto, tras haber costado mucho dinero, se muera sin haberse completado con éxito. Una vez que el proyecto se haya transformado en un proceso, la automatización permitirá a los empleados dedicar más tiempo a actividades de mayor valor añadido 

y más rentables para la empresa. Por otra parte, un proceso automatizado no comete errores, o al menos no los repite. Esto supone un gran avance cualitativo y una mejora en la relación con el cliente. 

Por último, hay que recordar que la mayor parte de una inversión en automatización se produce al principio. Es, por tanto, necesario tener una idea muy clara de los resultados que se quieren conseguir. Solo cuando estos se materialicen será posible evaluar la rentabilidad del proyecto. ¡Pónganse manos a la obra los beneficios que se obtengan pueden ser sorprendentes!
 

Opinión

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