A finales de año la esperada OPV se fue al traste. La versión oficial es que se había producido problemas técnicos en la documentación necesaria para que la operación saliera adelante. El asunto de fondo estaba la emisión de la comfort letter, un documento privado y obligatorio para que los bancos colocadores queden exentos de responsabilidad en este tipo de operaciones. Normalmente, la firma encargada de auditar las cuentas de las compañías es la misma que se encarga de su emisión, como una extensión de sus trabajos realizados. Pero al tratarse de una empresa pública y con toda la polémica desatada alrededor del papel de los auditores en la salida a bolsa de Bankia, o en escándalos menores como Gowex, el ministro de Economía, Luis de Guindos, impuso un especial celo en la operación, hasta el punto que obligó a retrasar la OPV hasta adjudicar el concurso de la comfort letter a otro auditor distinto, que finalmente ha sido Ernest & Young.
Según explica Aena en el folleto de salida a bolsa remitido a la CNMV, PwC se encontró varias trabas para desempeñar su trabajo en la elaboración de la comfort letter. El 14 de noviembre Aena convocó un concurso público de "Servicios de auditoría externa a realizar en el proceso de enajenación" de la OPV. Los trabajos que se iban a adjudicar comprendían los informes de auditoría de los estados financieros de 2011,2012 y 2013, así como los tres trimestres de 2014, necesarios para la emisión del documento y que venía elaborando PwC.
El 4 de diciembre la firma comunicó a Aena que "no presentaría su oferta técnica y económica debido a quería, si resultase elegida, que su actuación pusiera en "duda o pusiera afectar o condicionar la oferta, y todo ello por las cuestiones suscitadas sobre su independencia en relación con la emisión de la confort letters.
Además, informó que el 1 de diciembre, el Instituto de Contabilidad y Auditorías de Cuentas (ICAC), dependiente del Ministerio de Economía, le había comunicado del inicio de actuaciones de diligencias previas sobre los trabajos realizados correspondientes a los ejercicios 2011, 2012, 2013 y 2014. La investigación está enfocada " a los aspectos de independencia, amenazas y salvaguardas, y otros servicios prestados por el auditor".
Según explica la compañía, no ha sido informada del alcance de dichas diligencias, pero explica que PwC siguió desarrollando su labro como auditor de AENA. "PwC no ha renunciado ni ha sido apartado de sus funciones como auditor durante el periodo cubierto por la información financiera histórica".
El ICAC en octubre retrasó el visto bueno para que PwC emitiera la conform letters que obligó a retrasar la luz verde del Consejo de Ministros de la operación. Las reticencias venían precedidas de la multa que impuso a Deloitte de 12 millones de euros por el papel que jugó la salida a bolsa de Bankia. En la operación Deloitte jugó el papel de auditor en las cuentas y emisor de la conform letters, algo que cuestionó el supervisor por incoherente.
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