El papel que juega el ámbito corporativo en la transición hacia la descarbonización ha sido el tema central de Las empresas y el impulso de la movilidad sostenible, el primer encuentro del II Foro Move de Movilidad Sostenible impulsado por la compañía de renting y gestión de flotas ALD Automotive. Tras el éxito de las cuatro mesas de debate celebradas el año pasado, que reunieron a decenas de expertos, la compañía vuelve a apostar por este tipo de diálogos para impulsar la transformación verde.
En esta ocasión, en el encuentro estuvieron presentes Antonio Cruz, subdirector general de ALD Automotive; Camino García-Moreno, directora de Sostenibilidad en el área de urbanismo e inmobiliario del bufete Barrilero y Asociados; Alberto López Rosado, vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad Francisco de Vitoria y director de la cátedra en Movilidad Sostenible creada en colaboración con Avanza; Pilar García, directora de Comunicación y Marketing de Zity; Adrián Pérez Marco, Sustainability Global Manager de Cabify; Ignacio de Prada, responsable de Movilidad Eléctrica de GALP España, y José Luis Daza, responsable Vehículos y Combustible de FCC.
La movilidad sostenible en el ámbito corporativo
Cada día, millones de personas se desplazan entre su casa y su puesto de trabajo. La distancia entre ambos puntos es variable, al igual que lo es la forma de recorrerla: a pie, en transporte público, en coche… Sin embargo, todas las opciones tienen un punto en común que hace que la movilidad, entendida en su conjunto, sea algo que tiene que ver con los trabajadores, pero también –y mucho– con las compañías para las que trabajan. En palabras de Antonio Cruz, subdirector general de ALD Automotive, «la movilidad va más allá del sector del automóvil e implica a todos los actores de la sociedad, incluidas, por supuesto, las empresas». Por este motivo, ha señalado que «nosotros, como compañía del sector, podemos ser un agente impulsor, pero es necesaria una mirada global: las compañías tienen que cambiar la tradicional visión corporacéntrica por otra más holística».
En este sentido, la nueva Ley de Movilidad Sostenible, que se espera que esté aprobada antes de final de año, va a dar un papel relevante a las empresas, ya que los grandes centros de trabajo tendrán que contar obligatoriamente con un plan de movilidad para sus plantillas. Tal y como ha destacado Camino García-Moreno, directora de Sostenibilidad en el área de urbanismo e inmobiliario del bufete Barrilero y Asociados, «se distinguen los conceptos de transporte y movilidad, que con frecuencia se consideran equivalentes: la movilidad se centra en los ciudadanos y se le otorga la categoría de derecho, mientras que el transporte es el medio por el que acceder a él».
Además, esta ley llega en un momento en el que la sociedad está más concienciada con la emergencia climática y en ello ha tenido mucho que ver la labor pedagógica de los científicos. Así lo ha asegurado Alberto López Rosado, vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad Francisco de Vitoria y director de la cátedra en Movilidad Sostenible creada en colaboración con Avanza, que ha recordado que «la ciencia contribuye a descubrir verdades que dan soluciones a problemas complejos, como sucedió con la pandemia, que salen directamente de los laboratorios de las universidades».
Sociedad más concienciada con la transformación verde
La sostenibilidad tiene cada vez más peso en las decisiones de consumo de los usuarios, también en aquellas que tienen que ver con la movilidad. Ahora los jóvenes tienen otros objetivos, otra mentalidad. Según Pilar García, directora de Comunicación y Marketing de Zity, «cada vez se alejan más de ese estándar de poseer y prefieren pagar por uso o por servicio, que es la clave que impulsa el nacimiento de empresas como la nuestra un servicio de carsharing eléctrico que tiene más de medio millón de usuarios activos solo en la capital».
En la misma línea se ha pronunciado Adrián Pérez Marco, Sustainability Global Manager de Cabify que, además de recordar la estrategia de su empresa de compensación de emisiones en los trayectos, ha destacado su apuesta por «no emitir antes que compensar. Para eso, tenemos dos herramientas fundamentales: la tecnología y la electrificación del parque, ya que, por ejemplo, tres de cada cuatro de nuestros vehículos son eléctricos».
Sin embargo, en materia de movilidad, no solo las compañías nativas sostenibles tienen algo que decir, también las petroleras llevan años trabajando en la transición energética. Tal y como ha recalcado Ignacio de Prada, responsable de Movilidad Eléctrica de GALP España, que ha asegurado que «nos hemos ido transformando paulatinamente en energéticas integradas apostando, por ejemplo, por los biocombustibles o el hidrógeno verde».
De hecho, el hidrógeno verde es una de las últimas apuestas del grupo FCC que contribuye a valorizar materiales que llegan a sus instalaciones para producir con ellos nuevos combustibles. Así lo ha puntualizado José Luis Daza, su responsable Vehículos y Combustible, que ha recordado que «el año pasado realizamos 13.400 servicios de movilidad, y en un 85% fueron ya en vehículos eléctricos o híbridos», lo que pone de manifiesto que las grandes empresas tienen una gran capacidad para impulsar el cambio en materia de movilidad y liderar, en conjunción con la red empresarial de todo el país, la transición hacia la descarbonización.
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