En la actualidad seguimos asistiendo a entornos tecnológicos complejos dentro de las empresas que proporcionan lentas respuestas al cambio, frente a la estructura modular que ofrece la flexibilidad operativa necesaria. Esto permite mayor agilidad y adaptación para enfrentar mejor los cambios del mercado.
Muchas empresas siguen atadas a sistemas y estructuras rígidas y procesos estáticos, cuando estos no están en consonancia con el mundo digital y la llamada empresa componible es el camino. Como explica Gartner usando un símil “el negocio componible es crear una organización hecha de bloques de construcción intercambiables de tal manera que estos permitan a la organización pivotar de forma rápida”.
Los principios de los llamados negocios componibles son: descubrimiento, modularidad, orquestación y autonomía, lo que significa mayor velocidad, agilidad, mejor liderazgo y resiliencia.
Los llamados negocios componibles son ya una aceleración del negocio digital y permiten ofrecer la resistencia y la agilidad que exigen estos tiempos.
Se trata de tener la estructura preparada para integrar, ordenar, componer y descomponer, y garantizan el pensamiento creativo, una arquitectura más flexible y escalable y tecnologías para el hoy y el mañana. Lo componible, en definitiva hace que lo aparentemente insuperable sea posible. (Gartner).
La premisa es construirse, reconstruirse, reorganizarse o desechar, para adaptarse y crecer. Cuando se dice que una empresa es modular y componible, se hace referencia a que su estructura, procesos y tecnologías están diseñados de manera flexible y adaptable, permitiendo una rápida reorganización y ajuste en función de las necesidades y cambios del entorno empresarial.
La palabra "componible" significa “que puede componerse o formarse uniendo varios elementos". Es decir, hace referencia a aquello que es susceptible de ser combinado o integrado en una estructura o sistema. Que puede conciliar o concordar con otra.
La idea de mezclar, unir, fusionar para crear algo mejor siempre ha dado buenos resultados en cualquier orden de la vida, pero es especialmente relevante ahora.
El dinamismo, adaptación, funcionalidad y eficiencia son principios básicos en los negocios actuales, pero también imprescindibles en las llamadas organizaciones componibles, definidas como aquellas estructuras empresariales más flexibles apoyadas en la tecnología.
El concepto negocio componible fue ya apuntado por la consultora Gartner hace años, (2020) para referirse a la capacidad de crear ecosistemas más escalables mediante la combinación de microservicios y APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) que se pueden conectar de manera modular.
El término transciende de lo meramente tecnológico para incidir en el pensamiento y la estructura también, como aspectos claves que conforman esa nueva modularidad corporativa.
Así, la empresa componible se fundamenta en tres ejes claves. Pensamiento componible, arquitectura componible y tecnología componible.
Esto remite a que todos los recursos tecnológicos formen parte de un todo pero que a la vez puedan separarse de forma individual, estando disociados de su ubicación física. Para ello, el cloud es una de las tecnologías estrella para diseñar negocios más adaptativos y resilientes.
Emplean tecnologías antes citadas como los microservicios, pero también contenedores y plataformas en la nube que permiten la creación y el despliegue de aplicaciones y servicios de forma modular y escalable. Otra característica es que las aplicaciones, el software, es el núcleo de la empresa componible.
También el concepto afecta a la estructura, ya que este tipo de empresas dotan de más autonomía a sus equipos y unidades de negocio, al objeto de disminuir la incertidumbre y reducir la complejidad.
De otro lado inciden en el pensamiento evitando perder la creatividad. Este tipo de pensamiento permite que una empresa sobreviva, e incluso florezca, en tiempos de gran disrupción.
Las empresas componibles nos ofrecen una valiosa lección: para prosperar en un mundo en constante movimiento, debemos ser capaces de reinventarnos y ajustar nuestras estructuras y estrategias según sea necesario.
Las empresas componibles nos recuerdan que, en última instancia, nuestra capacidad para crecer depende siempre de nuestra habilidad para adaptarnos y evolucionar.
Opinión