La economía alemana creció un 0,6% en el primer trimestre, su mejor dato desde el mismo periodo de 2016 y dos décimas por encima del obtenido al cierre del año, según los datos de la Oficina Federal de Estadística. El avance vino motivado por un mayor dinamismo de la demanda interna y de la externa. El gasto de los hogares aumentó un 0,3% hasta marzo, tras la debilidad mostrada en diciembre (0,1%), gracias a las cifras récord de empleo y al incremento de la salarios. Por otro lado, las exportaciones crecieron un 1,3%, frente al avance de tan sólo el 0,4% en las importaciones, lo que se tradujo en un incremento del PIB del 0,4%. En tasa interanual, el avance fue del 1,7%, una décima por debajo del 1,8% del trimestre anterior. La inversión en construcción también contribuyó a la aceleración de la actividad, con un crecimiento del 2,3%, ya que la mejora del poder adquisitivo y los tipos a la baja están dinamizando en mercado inmobiliario alemán. Por otro lado, la inversión en maquinaria y equipos creció un 1,2%, y el gasto público un 0,4%. Este escenario optimista ha propiciado que la Cámara de Comercio e Industria alemana mejore sus previsiones para 2017, elevando el crecimiento del 1,6% estimado al 1,8%. Los pronósticos apuntan a una subida de las exportaciones del 0,4% para el conjunto del año, como principal motor del crecimiento. En la misma línea, la encuesta de sentimiento empresarial ha registrado sus mejores resultados desde que Alemania se reunificara en 1990. Hasta el 24% de las empresas creen que las condiciones van a mejorar, el 62% que permanecerán estables y el 13% que se deterioren. En este sentido, hasta el 48% ven un escenario optimista para los negocios, el 44% satisfactorio y tan sólo el 8% malo.
hemeroteca