Lidl continúa avanzando para afianzarse como referente en sostenibilidad e innovación tanto dentro como fuera de su sector, con el objetivo de ser el supermercado más sostenible de España. La sostenibilidad es uno de los ejes sobre el que gira el modelo de negocio de la cadena de supermercados, un valor que le diferencia del resto de operadores y que está integrado en toda su actividad.
En este sentido, en el ámbito medioambiental, siendo conscientes del calentamiento global del planeta y del impacto de su actividad, Lidl junto con el Grupo Schwarz (del que forma parte) ha desarrollado una estrategia sobre el clima con el objetivo de contribuir al Acuerdo de París y evitar un cambio climático peligroso, manteniendo el calentamiento global por debajo de los 2 °C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C. En España, la cadena de supermercados trabaja para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 80% hasta 2030 y ya ha logrado ser neutro en lo que concierne a sus emisiones directas.
Precisamente para lograr esos objetivos, desde hace años, el esfuerzo de la marca está focalizado en la búsqueda constante por encontrar soluciones prácticas a la reducción de la emisión de CO2. Gracias a la implementación de diversas medidas en distintos ámbitos de actuación, para minimizar el impacto medioambiental de su actividad, la compañía ya ha conseguido disminuir un 44% de sus emisiones directas desde 2018, según un estudio de la consultora PwC sobre el impacto medioambiental de Lidl en España.
Impulso de su estrategia de sostenibilidad en la Comunitat Valenciana
Concretamente la Comunitat Valenciana es una región estratégica para el desarrollo de este plan de sostenibilidad de la compañía debido a su nivel de actividad comercial. Actualmente ya dispone de 74 puntos de venta -repartidos entre las 3 provincias- y una plataforma logística situada en el municipio de Cheste, que la convierten en la 4ª comunidad autónoma donde la enseña opera con más número de tiendas.
De este modo, y atendiendo también al plan de expansión de la enseña en la región, la apuesta sostenible de la marca se acelerará en la Comunitat Valenciana en 2023, un año en el que el desarrollo de la cadena continuará estando ligado a la implementación de acciones y medidas que favorezcan la disminución de su impacto medioambiental.
Medidas concretas de sostenibilidad
En general, Lidl está trabajando para alcanzar los objetivos de su estrategia contra el cambio climático a través de medidas concretas relacionadas con: su iniciativa REsetPlastic, la gestión de los residuos, la construcción eficiente y la logística sostenible, entre otras.
Construcción eficiente: 40.000 m2 de placas fotovoltaicas en la Comunitat Valenciana
Con el objetivo de reducir las emisiones de carbono de sus centros de trabajo, Lidl desarrolla también proyectos de eficiencia energética que le ayudan a disminuir el consumo y las emisiones nocivas para el planeta. Actualmente la compañía ya cuenta con más de 40.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas (instaladas entre el 40% de sus supermercados distribuidos por toda la Comunitat y su plataforma logística de Cheste) que generan entre el 20-30% del consumo energético de cada establecimiento. Para ello, la inversión estimada realizada durante los cinco últimos años ha sido de cerca de 3 millones de euros.
Santa Pola, Benicàssim, Gandía, Villareal o Elche son algunos de los municipios donde la marca tiene instaladas placas fotovoltaicas en la cubierta de sus puntos de venta, siendo Llíria, Vinaròs y La Vall d’Uixó las tres últimas localidades que han incorporado este suministro energético, hace apenas unas semanas. La intención de la compañía durante este 2023 es la de seguir ampliando esta instalación en la comunidad autónoma.
Por su parte, el centro logístico de Cheste, inaugurado en 2019, cuenta con una instalación fotovoltaica de más de 11.000 metros cuadrados que abastece a la planta para su autoconsumo. Ésta, se ha convertido en una de las más sostenibles de Lidl en España y en Europa. Construida siguiendo los más exigentes estándares de sostenibilidad, cuenta con los sellos Breeam Excellent y Verde, de referencia mundial en materia de sostenibilidad y muy poco habituales en el sector de la distribución.
Logística sostenible: Red gratuita de puntos de recarga de vehículos eléctricos en crecimiento y 33 camiones a gas en la región
Lidl es consciente de que el presente y futuro de la movilidad es en clave sostenible y, con la finalidad de fomentar los desplazamientos de clientes que usan vehículos eléctricos, en los últimos años la cadena de distribución también está trabajando para implementar puntos de recarga para estos automóviles en la mayoría de sus establecimientos de la Comunitat Valenciana.
El primer punto que la compañía instaló en la región fue en su tienda de la Avenida Maestro Rodrigo (València) en noviembre de 2019 y, desde entonces, los nuevos supermercados ya incorporan en sus aparcamientos este servicio gratuito para sus clientes. En la actualidad, Lidl ya cuenta con 24 puntos repartidos entre 11 tiendas de la región, concretamente en las de Valencia (Avda. Maestro Rodrigo), Paiporta, San Antonio de Benagéber, Orihuela, Vila-real, Onda, Sant Vicent del Raspeig, Manises, Santa Pola, La Pobla de Vallbona y La Vall d’Uixó. Próximamente, la cadena tiene prevista la instalación de otros 6, que permitirán a la compañía alcanzar la treintena de puntos de recarga para vehículos eléctricos en la Comunitat.
A esta apuesta a largo plazo por las energías limpias se suma la transición sostenible que la firma viene desarrollando respecto al transporte. En total, la enseña ya dispone en la región de 33 camiones a gas natural licuado (GNL) y gas natural comprimido (GNC), lo que supone cerca del 50% de la flota de camiones que Lidl tiene en la CA.
Gracias a su estrategia de logística sostenible, ha reducido en un 46% su huella de carbono en los últimos años, lo que le ha valido la entrega de su tercera estrella Lean&Green.
Gestión de residuos: Certificado Residuo Cero y lucha contra el desperdicio alimentario
La economía circular es otro concepto clave en el camino sostenible que realiza la enseña. De esta forma, promueve que tanto los productos, como los materiales y los recursos mantengan su vida útil el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. Actualmente Lidl es la única empresa de distribución en España con el certificado Residuo Cero (AENOR) en todas sus plataformas logísticas de la península (incluida la de Cheste), que legitima que el 100% de los residuos que gestiona en sus plataformas logísticas de la península se recicla, mientras que el 85% de los gestionados en tiendas se retorna a los almacenes por logística inversa.
Otro de los proyectos de la empresa para reducir los gases de efecto invernadero es minimizar el desperdicio alimentario. Para ello, Lidl se ha marcado un objetivo: minimizar este desperdicio a lo largo de toda la cadena de suministro y, en su alcance más directo, reducirlo en un 30% hasta 2025 y en un 50% hasta 2030, tomando 2020 como base para hacer ese cálculo. En este sentido, la compañía es la primera cadena de supermercados que ha logrado certificar su sistema de gestión para minimizar el desperdicio alimentario (SG-MDA) tras superar la auditoría independiente de Bureau Veritas en todas sus tiendas y centros logísticos de España.
Referentes en reducción de plástico
En los últimos años, la enseña está llevando a cabo múltiples iniciativas de referencia vinculadas a la gestión de plásticos. En 2018 Lidl se convirtió en la primera cadena de supermercados de España en eliminar las bolsas de plástico para la compra. Solo un año más tarde, volvió a ser pionera al sustituir las bolsas de plástico de la sección de fruta y verdura por bolsas compostables y poner a disposición de sus clientes una bolsa de malla para fruta y verdura, con el objetivo de fomentar la reutilización.
Dentro de su propósito de seguir avanzando en su proyecto de eliminar el plástico allí donde sea posible, en 2019, la marca también suprimió todos los artículos de plástico de un solo uso, sustituyéndolos en algunos casos por papel y se convirtió el primer supermercado en eliminar los microplásticos de sus productos de cosmética, detergencia y limpieza. Actualmente la cadena de distribución se encuentra inmersa en la optimización de todos sus envases de marca propia con el objetivo de reducir al máximo el uso del plástico y, donde no sea posible, intentar lograr el mayor porcentaje de plástico reciclado en todos los formatos, así como facilitar la reciclabilidad de los envases de marca propia.
Todo ello se enmarca en la iniciativa REset Plastic, un plan con el que el Grupo Schwarz (del que Lidl forma parte) pretende reducir, hasta 2025, el uso de plásticos hasta un 20%, utilizar al menos un 25% de plástico reciclado en la composición de sus envases de marca propia y lograr que todos sus envases propios de plástico sean 100% reciclables.
Ticket eco
Asimismo, la cadena también tiene activa una opción en su aplicación Lidl Plus para que sus clientes puedan renunciar a imprimir el ticket en formato papel y disponer exclusivamente de la versión digital como garantía de compra.
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