Beetools, las oportunidades del metaverso a la vista en Brasil

Un enlace en el ordenador o una videollamada ya son cosas del pasado cuando se trata de una clase en los días de hoy. Así lo demuestra Beetools, la startup brasileña que encontró en la pandemia su oportunidad de validarse como una exitosa edtech  (empresa de tecnología educativa) usando realidad extendida, inteligencia artificial, big data, games y soft y hardware propios.

Creada en 2015 como una escuela de inglés, al llegar la pandemia sufrió el mismo impacto que todos los establecimientos, públicos y privados, que debieron cerrar ante el aumento de contagios de covid. En mayo de 2020, cuando intuyó que las restricciones se extenderían más allá de lo previsto inicialmente, decidió que era hora de diseñar otra salida.

Tras seis meses de confinamiento, encontró la solución y con ella abrió 80 escuelas en 2021. Hoy no sólo sigue en carrera, sino que se proyecta hacia  2023 con un modelo de negocio en expansión y un método que acelera hasta cuatro veces el aprendizaje del idioma. Entre sus metas, quiere colocar 100.000 cascos de realidad virtual en el mercado brasileño el año próximo, formar 2 millones de alumnos hasta 2025 y abrir 800 escuelas antes de 2030. 

Su CEO y cofundador, el administrador de empresas Rawlinson Terrabuio (51) -un “emprendedor serial”, según se autodefine-  cuenta en esta entrevista con Dirigentes esa trayectoria de éxito, los retos que ha vencido y aspectos de la franquicia de educación 5.0 con la que avanza hacia el metaverso que viene. 
  

¿Cuál fue el principal desafío durante la pandemia y cómo lo enfrentaron?

La determinación legal de que las escuelas deberían cerrar deterioró nuestra propuesta de valor, porque no podíamos entregar todo, sino sólo una parte de la experiencia. Decidimos entonces acelerar la enseñanza a distancia. En mayo retomamos un proyecto de Beenoculus, otra empresa nuestra, para fabricar un dispositivo de realidad virtual que funcionaba con teléfonos inteligentes. En noviembre de 2020, enviamos un dispositivo a cada alumno, subimos todo el contenido a la nube y empezamos a distribuir las clases. Los alumnos pasaron así a experimentar realidad virtual en sus casas. 

¿Qué factor con el que ya contaban facilitó ese viraje? 

Nos ayudó mucho tener todo el contenido en formato digital, porque no usamos papel ni ninguna tecnología analógica en el proceso. También fue muy importante una alianza que ya teníamos desde 2017 con Qualcomm, la mayor fabricante del mundo de tecnología  móvil. Y, para completar, también contribuyó el hecho de que en 2018 habíamos abierto Junglebee, una spin off para producir experiencias de realidad virtual. Si bien para la industria creativa en general fue muy duro, para nosotros no lo fue tanto porque teníamos justamente esos proyectos en marcha. 

¿Qué solución aportó la realidad virtual?

La realidad virtual no es sólo el casco. Para tener una experiencia consistente, las personas necesitan hardware, software y contenido. En ese período crecimos tanto en términos de producto como en términos de equipo humano y también maduramos en relación con lo que el mercado busca. Hoy podemos entregar una solución más robusta con calidad y competitividad, suministramos al mercado brasileño el primer casco de realidad virtual fabricado en Brasil. 

¿En qué consiste el modelo “figital” de la franquicia Beetools? 

Beetools es nuestra franquicia para escuelas de inglés a partir de la que se nos abrió una nueva perspectiva de negocio. Fue después de alianzas con Deloitte y Google que llegamos al modelo “figital”, mezcla de físico y digital. Esto quiere decir que el emprendedor que abre una escuela Beetools no necesita una escuela física, sino solamente captar estudiantes, a quienes entrega el método. Después de dos años evaluamos los números. Si hay necesidad de abrir una escuela física, la abrimos. Es decir, invertimos el proceso. 

¿Cuáles son los valores de la inversión?

Esto ayudó también a reducir los costos de la franquicia, ya que abrir una escuela antes tenía un costo promedio de 90.000 euros y hoy un franquiciado puede empezar con una inversión inicial de 3.000 euros en una ciudad de menos de 25.000 habitantes. Definimos cinco categorías de franquicias, adecuadas para ciudades de entre 25.000 y 250.000 habitantes. La inversión inicial se recupera en 15 meses y el inversor genera en 24 meses los 36.000 euros necesarios para montar una unidad física, si así lo desea. 

¿Cómo cambió la dinámica educativa con esta innovación?

Antes de la pandemia, los alumnos hacían parte de la experiencia en casa y parte en la escuela física, donde encontraban equipamientos y tecnología para vivir la experiencia diseñada por la empresa. Pero cuando hubo que cerrar las escuelas, los estudiantes no tenían esos equipos en casa y entonces la solución fue entregarles un dispositivo. 

Hoy el alumno abre la app y estudia dónde y cuándo quiera, pasando las pruebas como si fueran niveles en un juego. Al llegar a cierto puntaje, gana la posibilidad de encontrarse con el profesor, que ya tiene toda la información de su recorrido en el sistema. Pero no necesita encontrarse físicamente, es una videollamada, porque el 93% de los alumnos no quieren volver a la actividad presencial. Para el 7% que quiere una aula física tenemos 25 escuelas abiertas, algunas de las cuales brindan hasta cinco clases en apenas una sala física. 

¿En qué consiste ese ambiente virtual?

La plataforma usa inteligencia artificial, big data, computación en la nube, gamificación, todo integrado para producir la mejor experiencia de aprendizaje también de manera divertida. El estudiante “viaja” virtualmente a Nueva York para hablar con norteamericanos y desenvolverse en situaciones de la vida real. Es lo que llamamos metaescuela, un modelo de educación 5.0, con experiencias de inmersión en ambiente virtual, con fórmulas de edutainment (contracción de educación y entretenimiento) y todo personalizado mediante inteligencia artificial que reconoce al estudiante y le brinda clases diseñadas individualmente según las necesidades de cada uno. Funciona muy bien. 

¿Cuáles son las perspectivas para 2023?

Queremos llegar a 800 escuelas en 5 años, es una meta bastante agresiva porque queremos ser líderes. Queremos terminar 2022 con 30.000 cascos de realidad virtual fabricados y 100.000 el próximo año. En 2021, Meta vendió 10 millones de unidades de su casco Quest2 en el mundo. Si bien estos son buenos números, la proporción para Brasil  sigue siendo una fracción muy pequeña del mercado potencial. Y, además, nuestro casco es mucho más barato por ser fabricado en Brasil y compite muy bien con los importados.

Economía>Internacional

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *