Francisco de Borja Gómez, director de análisis de Dunas Capital, realiza un balance del comportamiento de los mercados bursátiles, cuando solo falta un mes para concluir el 2023 y predice cómo podría comportarse la renta variable en el 2024.
¿Qué balance podemos hacer de los 11 primeros meses del año en la renta variable?
Ha sido un comportamiento bastante positivo, teniendo en cuenta el entorno en el que nos movíamos, que no era un entorno que fuese especialmente propicio para que el equity tuviera un comportamiento favorable. Las presiones inflacionistas siguen siendo relativamente importantes, a pesar de que se están desacelerando. Es verdad que hay una perspectiva de que los bancos centrales van a dejar de subir tipos, pero eso no implica que los vayan a bajar.
En lo que a zona euro se refiere, el contexto macroeconómico en términos de actividad es bastante débil. Esto no favorece a un comportamiento favorable en los activos de riesgo y de equity concretamente.
¿Qué comportamiento ha presentado el mercado español?
Igualmente ha sido positivo, de hecho, el Ibex 35 ha sido uno de los mercados que ha planteado un comportamiento más favorable a lo largo de este año. Cuando hablamos del Ibex hablamos de un índice muy concreto y muy singular, hay unos pocos nombres que tienen un peso importante dentro del índice y lo que hagan estos nombres es relevante en el comportamiento agregado. Sin ir más lejos, el sector bancario que es uno de los elementos que ha tenido un mayor énfasis en el ámbito alcista derivado del efecto positivo que tiene sobre la cuenta de resultados de los bancos la subida de tipos del BCE, el peso importante que tienen estos bancos dentro del Ibex ha podido potenciar que el comportamiento haya sido más favorable.
¿Se ha adelantado el rally navideño o veremos más subidas en el mes de diciembre?
Ha podido haber un adelantamiento del rally, sí es factible. Hay que valorar el comportamiento de la renta variable en función de la renta fija y lo que hemos tenido a lo largo de las últimas semanas ha sido una relajación bastante importante de las curvas de gobierno, que es verdad que se están matizando un poco en los últimos días, pero en cualquier caso hay una relajación importante y eso ha podido afectar bastante en el ámbito positivo al comportamiento de los activos de riesgo y más en concreto a la renta variable. La cuestión va a ser si esta dinámica de las curvas se va a mantener en la parte final del año. Históricamente lo que ha sucedido en los últimos 2 o 3 años, lo que ha habido es un repunte en rentabilidades. Si es así, hay que tener cuidado porque el comportamiento favorable reciente puede cambiar.
¿Podemos esperar un cambio de roles entre la renta variable y la renta fija de cara al 2024?
Desde un punto de vista estructural, la renta fija tiene argumentos importantes para discutirle el trono a la renta variable. Cuando me preguntan qué va a hacer la bolsa dentro de doce meses, no lo sé. Lo que sí sé es que, a la hora de valorar una inversión, lo que tienes que trasladar es una visión entre rentabilidad y riesgo y probablemente en esa dualidad entre rentabilidad y riesgo, la apreciación general sea más favorable ahora mismo para la renta fija que para la renta variable. En ese sentido, independientemente de que es cierto que son discutibles las perspectivas de bajada de tipos para 2024, en términos agregados te puedes encontrar bonos de alta calidad o investment grade con rentabilidades por encima del 4%. Eso te genera un atractivo bastante interesante que por lo menos le discute el trono a la renta variable.
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