La Bolsa de Brasil se desplomó ayer un 8,8% en su peor sesión desde agosto de 2011. En dos sesiones, las caídas superan el 10%. Y todo apunta a que la volatilidad seguirá aumentando, con unos valores que se han dejado en solo una sesión 148.340 millones de dólares, según datos de Bloomberg. Otro indicador del pánico que vivió el mercado fue la evolución del CBOE Brazil ETF Volatility Index, que se disparó un 38% en una subida histórica. Del mismo modo, el ETF de iShares MSCI Brazil Capped ETF se hundió un 16%. En el mercado de divisas, el real registró su mayor caída desde 1999, superior al 5%, incluso después de que el banco central intervino para apoyar la divisa. Los inversores en fondos relacionados con el mercado brasileño deben estar, entonces, especialmente atentos a la evolución de los acontecimientos. Fernando Luque, analista senior de Morningstar, expone los productos que podrían verse impactados por el desplome, entre ellos los de renta fija ante la caída del real (el Abeerden Global Brazil Bond, el HSBC GIF Brazil Bond y el Santander Brazilian Short Duration). “Como curiosidad uno de los fondos de esta categoría que, en principio, pueden verse más afectados por este escándalo es precisamente uno que tiene un mandato de responsabilidad social: el JSS Sustainable Equity Global Emerging Markets, ya que su peso en Brasil supera el 20%”, indica Luque. “No es algo demasiado sorprendente ya que los fondos socialmente responsables de mercados emergentes suelen infraponderar a China, lo que les obliga a sobreponderar a otros países (como Brasil)”, explica. ¿Hacia una nueva crisis económica? La situación se complicó en la jornada de ayer después de que, tras relacionarle con un escándalo de corrupción, el presidente Michel Temer anunciase que no dimitirá. Las empresas controladas por el estado lideraron las caídas, como es el caso de Petrobras que abrió con pérdidas del 20% o Banco de Brasil SA que se deja un 25%. Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, lo tiene claro: “Brasil se ha hundido en aguas muy turbulentas”. A juicio del experto, las denuncias de corrupción contra el presidente podrían tener implicaciones para la recuperación económica, alterando las perspectivas para las elecciones presidenciales de 2018. “Las consecuencias para Brasil podrían ser enormes. La reforma de las pensiones y del mercado laboral podrían estar amenazadas”, advierte el experto, explicando que Temer ya tenía un índice de aprobación mínimo del 10%, “y estas acusaciones debilitar su posición más”. Sobre el impacto en el mercado, el experto recuerda que “la confianza económica que el país había recuperado con la salida de Dilma Rousseff, podría estar ahora en serio peligro”. Los expertos de Andbank, consideran que esta situación del mercado se trata más bien de un revés a corto plazo. “Debate abierto sobre caídas adicionales, pero a largo plazo, se mantiene la visión positiva”, indican. Eso sí, todo bajo un escenario central que incluye la dimisión de Temer. En sus últimas perspectivas sobre el país, los expertos de la firma indican que la incertidumbre adicional a valoraciones elevadas en un mercado que ha corrido mucho en los últimos años podría aumentar la volatilidad a corto. Sin embargo, insisten en que “a largo somos optimistas, siempre y cuando se aprueben las reformas estructurales”.
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