La Comisión Europea ultima la que será la mayor sanción de la historia del organismo: 4.300 millones a Google por abuso de posición dominante.
La Comisión ha concluido una investigación de tres años en la que ha analizado la estrategia de Google para, presuntamente, favorecer dentro del sistema Android (el que usan prácticamente todas las marcas de móviles excepto Apple) sus propias aplicaciones.
Esta sanción por prácticas monopolíticas superará la multa record impuesta hasta ahora por Europa, también a Google, que fue de 2.400 millones de euros por su servicio de comparador de ventas. El fallo está en proceso de apelación.
La Comisión Europea acusa a Google ahora de exigir, a los fabricantes de móviles y tabletas que usen Android, que configuren de forma predeterminada su navegador (Chrome), de impedir que los dispositivos empleen otros sistemas operativos y de ofrecer incentivos financieros a aquellos fabricantes que lleven al público sus dispositivos con la única opción de su servicio de búsqueda.
No obstante, más allá de la sanción, que aun siendo extremadamente cuantiosa es soportable económicamente para una de las mayores empresas del mundo, el dictamen de la Comisión Europea obligará a Google a cambios radicales en su forma de trabajar el mercado europeo. Algo más preocupante, aun, para la corporación californiana.
Desde Google se defienden asegurando que “Android ha creado más opciones para todo el mundo, no menos. Un ecosistema pujante, rápidas innovaciones y precios más bajos son distintivos clásicos de una fuerte competencia». «Recurriremos la sentencia de la Comisión”, ha aseverado un portavoz de la compañía.
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