Bruselas esboza la hoja de ruta para completar la Unión Monetaria en 2025

La Comisión Europea ha presentado este miércoles una hoja de ruta para alcanzar la Unión Económica y Monetaria en 2025. Ha esbozado una propuesta de plan a seguir en el que ha dado las claves sobre las que la política tendría que girar en los próximos años, siempre y cuando en dicho periodo no vuelva a producirse una crisis económica. Por un lado, propone que se apueste por conseguir la estabilidad macroeconómica en la región. Y para ello haría falta un presupuesto común que pueda hacer frente a posibles desequilibrios. Sería una especie de presupuesto para gestionar posibles crisis bien diferenciado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), aunque la Comisión no le da prioridad inmediata ya que propone su creación como tarde para 2025. En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario plantea en su documento de análisis la necesidad de contar con un Tesoro único, que sería el encargado de velar por la estabilidad macroeconómica desde la supervisión. Su Presidencia podría recaer bajo el mismo ministro europeo que presida el Eurogrupo. En este apartado se atreve a nombrar los eurobonos, la creación de un nuevo producto financiero basados en una titulización de bonos públicos de varios países por parte de entidades comerciales, sin mutualizar. De forma inminente pide la puesta en marcha del fondo único de garantía de depósitos y de un fondo común para el Fondo Único de Resolución (FUR). El documento establece 2019 como la fecha ideal para que ambos proyectos estén acordados si los países quieren que de verdad puedan estar funcionando ya en 2025. También señala la necesidad de crear un Fondo Monetario Europeo, para conseguir que la zona euro goce de mayor independencia respecto a otras instituciones internacionales. La presentación propone que las medidas podrían empezar ya de cara a las próximas elecciones europeas en 2019, aunque las medidas más ambiciosas se quedarían para 2025. Esta hoja de ruta llega después de que el pasado 1 de marzo se hiciera público el Libro Blanco sobre el futuro de Europa y siempre sobre la base del informe sobre los Cinco Presidentes en el que se pretende estimular el debate sobre la Unión Económica y Monetaria. Desde el reconocimiento del euro como uno de los logros más significativos de la Unión Europea, el vicepresidente para el Euro de la Comisión, Valdis Dombrovskis, hizo girar todo su discurso en la presentación. «Es mucho más que una simple moneda. Fue concebido como una promesa de prosperidad. Y para mantener esa promesa a generaciones venideras, necesitamos del impulso político para trabajar en el fortalecimiento de la Unión Económica y Monetaria. Hoy ofrecemos varias ideas que deben ayudar a construir una visión compartida del euro así como de pasos concretos para conseguirlo, señaló en rueda de prensa. Le acompañaba el comisario de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici, cuyas palabras seguían la misma línea de las del Vicepresidente. «El euro ya es un símbolo de unidad y una garantía de estabilidad para los europeos. Ahora necesitamos que sea el motor de una prosperidad compartida. Sólo revirtiendo las divergencias sociales y económicas en la zona euro seremos capaces de enfrentarnos a los peligrosos populismos. Es momento de completar el viaje que empezamos en Maastricht hacia una unión monetaria con instituciones fuertes y responsabilidad democrática», indicaba Moscovici. A modo de recordatorio, la monea euro, con 15 años de historia, la comparte 340 millones de europeos de19 Estados miembros. Se trata de la segunda moneda más utilizada en todo el mundo y ha traído al mercado precios estables. Para Bruselas completar la Unión Económica y Monetaria es sinónimo de creación de empleo, crecimiento, justicia social, convergencia económica y la estabilidad financiera.

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