Desde hace dos años hablamos cada día de esa tecnología que engloba dos términos casi antagónicos, “inteligencia” y “artificial”, que cada vez están más cerca el uno del otro. Podríamos hablar, más bien, de inteligencia aumentada, como si se tratasen de las mejoras de los “aumentados” que se plasmaron en “Deux Ex”. La realidad es que esta innovación, cada vez está más presente en nuestros días, nos está ayudando mucho a ser más eficientes aunque hay que dejar patente un hecho: lleva con nosotros más tiempo de lo que pensamos.
La IA se ha introducido de manera lenta y cadenciosa en servicios digitales, en herramientas operacionales y otros apartados dentro del conjunto de herramientas de analítica con la que las empresas planifican sus estrategias. Y, ahora, observamos que otros terrenos ya son un compañero indispensable. Por ejemplo, estamos viendo importantes ahorros de costes y tiempo en el desarrollo de tareas como el diseño y creación de webs. Sin ir más lejos, hay servicios al alcance de cualquiera para crear su propio negocio digital en cuestión de minutos. Imaginad, por un momento, el atajo que supone iniciar un proceso de facturación a partir de una simple idea.
Poco a poco vamos a ir viendo cómo se logran importantes avances en este campo. Sí, hay que tener calma, verlo en detalle, analizarlo, ser consecuente y, por supuesto, relax con todo lo que se avecina, que es mucho. Pero esta tecnología, sin duda, va a tener un impacto grande en el empleo. Reconozcámoslo: va a ayudar a generar nuevos puestos de trabajo. Sin lugar a dudas.
En el último estudio que hemos realizado en Hostinger hemos certificado ese universo de posibilidades que nos ofrece. Tanto, que para muchos españoles es la tecnología que va a cambiarlo todo. En concreto, hemos observado que el 90% de los usuarios cree que va a revolucionar el mercado laboral en todos sus aspectos.
El simple hecho que una inmensa mayoría, el 70% de los españoles, sienta que van a parecer nuevos puestos de trabajo y oportunidades es un reflejo de la madurez de la sociedad, que poco a poco va asumiendo un nuevo escenario en los próximos años, como ya supuso la llegada de internet o los propios ordenadores personales.
Es indudable que la IA está cambiando la forma en que trabajamos. No solo hablamos de esos minúsculos “chatbots” que pueden mejorar los sistemas de atención al cliente. Esto va más allá. El 61% de los españoles anticipa que afectará significativamente su trabajo actual de alguna forma. Eso sí, cuatro de cada diez personas temen que una herramienta impulsada por IA podría reemplazar su puesto en los próximos años. Habrá que ver en qué se traduce esta percepción a la que hemos llegado en el Observatorio Hostinger de Transformación Digital.
Aunque esto pueda generar algún tipo de incertidumbre, puesto que los grandes cambios siempre agitan el avispero en un principio, la historia nos demuestra que los grandes avances tecnológicos, siempre han servido como aliciente para mejorar la vida de toda la humanidad.
Son legítimas las dudas acerca de la posible desaparición de algunos roles desempeñados por lo que denominamos como trabajadores de “cuello azul”, pero también hay que reconocer abiertamente que los trabajadores de “cuello blanco” van a lograr reducir mucha carga de trabajo que, hasta ahora, era tediosa. Y esto, les va a permitir centrarse en lo que realmente aporta valor y a disfrutar más de su vida.
Vemos que muchos españoles creen que la IA traerá consigo nuevas formas de trabajo, especialmente en áreas como la tecnología, la programación y el análisis de datos. La IA no solo reemplaza empleos, también crea nuevas categorías de trabajo que, hace una década, ni siquiera existían. La clave está en la capacidad de adaptación de la fuerza laboral.
Opinión