Recurrir a la navegación inmersiva o la inteligencia artificial puede aumentar las ventas de pequeñas empresas a través del e-commerce
Aunque el comercio electrónico no deja de crecer, las pymes no terminan de encajarlo como alternativa online para su negocio. Así lo pone de manifiesto el estudio La pyme española en 2022: retos y aspiraciones digitales, elaborado por la compañía BeeDigital. Aunque el 87% de las empresas pequeñas dispone de una página web, solo el 6% incorpora funciones propias del comercio electrónico. Aun así, Javier Castro, CEO de la compañía BeeDigital, se muestra optimista: “Las cifras son bajas, pero son una muestra del interés de la pequeña empresa española por adaptarse a las nuevas necesidades y hábitos de los consumidores”. De hecho, según este informe, el 70% de estos negocios prevé aumentar su inversión en digitalización. Para ello, dos de sus objetivos principales son la presencia en Internet para alcanzar un mayor número de clientes y digitalizar la atención a los usuarios.
Además de la falta de herramientas digitales, otro de los obstáculos que encuentran estos negocios es la falta de visibilidad. Javier Castro sostiene que el 40% de las pymes no aparece en la primera página de resultados que muestra Google cuando un usuario consulta información. Además, el porcentaje se reduce hasta el 5% cuando se trata de Google Maps.
Tecnologías para vender
“Mejorar la comunicación y experiencia ofrecida a los clientes o incorporar un chatbot puede resultar muy útil para mejorar la atención al cliente y dar respuesta a sus preguntas y solicitudes en cualquier momento del día y de la semana”, explica Javier Castro. En todo caso, existen otras tecnologías de las que pueden beneficiarse las pymes como el 3D, que puede ayudar a los usuarios a comprender el producto o servicio a través de la navegación inmersiva. Además, recurrir a algoritmos de inteligencia artificial para personalizar la experiencia de compra, es otra de las opciones para mejorar el comercio electrónico. Este profesional también aconseja “entender la venta online en todas dimensiones”, porque, añade: “cualquier empresa puede utilizar su web como un escaparate digital de su oferta”. Además recomienda completar con campañas paid, a través de la inversión en Google Ads o en redes sociales.
Normalmente, señala Castro, “la falta de una estrategia de e-commerce eficaz no se debe a una falta de interés por parte de la pyme, sino a una falta de recursos, tiempo y conocimiento para implementarla”. Los márgenes de intermediarios suponen un desafío para muchas pequeñas y medianas empreas que deciden estar en un marketplace. Aunque esta opción no siempre es negativa puesto que estas plataformas ofrecen a menudo una infraestructura que permite vender sin necesidad de disponer de un canal propio. Esto aumenta el público potencial a alcanzar.
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