Jiménez tiene claro que hay que estar en China porque aquí se encuentra la mayor base de consumidores del mundo y donde todos los números se superan año tras año, pero advierte de que no hay que venir a lo loco.
1.¿Cómo se resume el trabajo de The Cocktail?
Es una empresa española que empezó hace unos diez años en Madrid como una consultora de experiencia de usuario. Ayudamos a empresas generalmente grandes a mejorar la forma en la que sus clientes acceden a sus productos digitales, haciendo que sean fáciles de entender y de usar. En ocasiones, también les ayudamos con la comunicación, el marketing y la tecnología.
2. ¿Cuánto tiempo lleváis en China?
Casi ya tres años. Estamos ofreciendo los mismos servicios que en España, tanto para clientes de Europa que quieren venir a China, clientes chinos que quieren ir a Europa y los mismos movimientos que Latinoamérica. Hasta ahora estamos trabajando bastante con clientes chinos y con algún cliente español que empieza aquí.
3. ¿Cuántos sois en China?
Somos unas 150 personas en todas las oficinas en el mundo, en el caso de China somos un equipo pequeño de diez y estamos creciendo. Estar aquí en China es difícil, pero nuestra propia competencia china nos dice que están sorprendidos porque ya tenemos presencia.
4. ¿Por qué es difícil China?
China es bastante diferente en todos los aspectos. De la misma manera que tiene muchísimo potencial, es también un reto muy grande. Existen muchas diferencias culturales a la hora de cerrar un proyecto y de hacer un negocio, que requieren cierto tiempo y estar aquí. Hay que aprender y hay que equivocarse, y ese es el motivo por el que muchas compañías que vienen de fuera fracasan, porque no tienen paciencia suficiente. Algo en lo que casi todo las empresas no se fijan al llegar aquí es que se necesita mucho tiempo y dinero.
5. ¿Cómo es China para ti?
China es muy diferente a todo lo que te imaginas antes de venir. Una de las cosas que más me ha sorprendido es en el nivel de madurez de nuestros clientes. Nosotros generalmente como ofrecemos servicio de consultoría, sabemos mucho de nuestro tema y ayudamos a clientes que saben un poco menos, pero aquí los clientes están aún muy inmaduros. No saben qué pedir, cómo evaluarte y la toma de decisiones está muy arriba. Hay mucha jerarquía. De alguna manera, yo he llegado a ver compañías que están dominadas por pequeños emperadores.
6. ¿Y notas dificultades añadidas por ser extranjero?
Hay de todo. Al ser extranjero la relación es curiosa. Hay clientes que nos buscan por serlo, porque les damos confianza y por nuestra ética, y hay otros que no nos quieren por serlo, por la diferencia de visión y de comunicación. En la mayoría de los casos aportamos experiencia, que en el caso de nuestra competencia aquí, lleva muy poco tiempo.
7. ¿Cuál es el perfil de clientes aquí?
Generalmente nosotros hacemos diferentes tipos de proyectos, desde los más básicos a otros complejos muy estratégicos. Aquí sigue habiendo miedo de hacer esos proyectos más complejos y siguen pegados a la realidad.
8. ¿Y cómo está el mercado a nivel competencia?
El mercado está creciendo, hay muchas empresas chinas y tenemos maneras radicalmente diferentes de trabajar. También hay empresas extranjeras, pero no son pocas y están casi todas concentradas en Shanghái y trabajando para clientes extranjeros.
9. ¿Qué diferencias ves a la hora de trabajar en China?
La velocidad a la que se mueve todo. Es el país donde hay que estar, es imposible pensar que no es así. Aquí hay muchísimas empresas creciendo a lo bestia y hay mucha demanda de ayuda. Están en un momento muy bueno, para nosotros hay poca competencia. Y la gran dificultad es que todavía no están acostumbrados a contratar ayuda externa y lo hacen todo por si mismos.
10. ¿Por qué os cuesta más el mercado chino que el americano?
Hay una sinergia natural. Tenemos clientes en Europa que están presentes en América Latina, con los que ha sido empezar a trabajar allí porque hay una relación de confianza. Sin embargo, nos hemos encontrado con que muchos de los grandes clientes que tenemos en Europa no ofrecen sus servicios al consumidor final aquí, ya que sólo tienen oficina de representación, como es el caso de casi todos los bancos y empresas de telecomunicaciones. Podríamos decir que estamos abriendo completamente el melón y China va a ser nuestro mayor mercado.
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