Ambipar es un grupo de gestión ambiental y atención de emergencias que cuenta con 350 bases que se dedican a “cuidar el planeta” en 18 países. Está asociada con la ONU en la consecución de los ODS, particularmente en lo referido a economía circular y reducción de emisiones de carbono. Su facturación saltó de 170 millones de dólares en 2020 a 468 millones en 2021, en pleno ascenso de la pandemia.
En Brasil cuenta con Triciclo, una startup que ofrece cashback a quienes devuelven envases en las Máquinas de Retorno que viene instalando en la ciudad de São Paulo, la más poblada, rica y con uno de los mayores índices de producción de residuos de Brasil, para crear una red de logística reversa. La persona que desee participar debe crear una cuenta en la aplicación para teléfonos y utilizar esa cuenta al descartar los envases identificados con códigos EAN/SKU.
Mediante acuerdos con firmas de telefonía, transporte, eléctricas, librerías, fintech y laboratorios, los productos recolectados por esa vía (que pueden ser paquetes de remedios, botellas plásticas, de vidrio o cartón, latas de aluminio o acero) se convierten en “tricoins” que se aceptan en comercios asociados y hasta se pueden convertir en dinero tradicional o donar para campañas solidarias.
Las unidades están diseñadas para atender al público en general y también a empresas, que pueden utilizar el sistema en sus campañas de logística reversa pero también para fines de comunicación, mercadotecnia y eventos, con el propósito no sólo de promover el hábito de reciclar, sino también de crear una percepción inmediata de valor para quien contribuye.
"Que se rompa rápido"
“Cuestionamos el concepto de linealidad, que nos inculcaron desde la revolución industrial, porque ese modelo es el que produce las grandes cantidades de desperdicios de plásticos que vemos flotando en el mar”, describió Guilherme Brammer, CEO de Boomera, una Empresa B de 100 colaboradores directos y 15.000 indirectos, que fabrica productos circulares “de inicio a inicio, haciendo ciencia con conciencia y como negocio social”.
“Ese modelo consiste en extraer recursos naturales, muchos no renovables, para fabricar un producto, venderlo y rezar para que se rompa rápido de manera que entonces debamos fabricar otro para vender uno nuevo. La economía circular viene a cuestionar ese estado de cosas”, alegó el consejero, que recibió -en julio, en Davos- un premio del Foro Económico Mundial a su empresa por ser una de las cinco que están convirtiendo a América más sustentable a través de la innovación. Uno de los ejemplos es el reuso de envases plásticos para construir 100.000 instrumentos musicales que fueron asignados a escuelas públicas que realizaron conciertos como parte del proceso. La empresa usa fábricas asociadas para transformar en gran escala los residuos que recolectan las cooperativas y con esa cadena han producido envases para productos de limpieza con los residuos retirados de las playas.
“Lo que antes era una responsabilidad del departamento de RRHH o del departamento ambiental ahora es una entrega del CEO de las empresa”, reseñó Brammer en el foro Summit ESG2022, antes de rematar con la fórmula que resume su visión: “No se trata sólo de reaprovechar los materiales de viejos productos, sino evitar producir residuos en el diseño de los nuevos”.
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