El estallido de una crisis energética y, como consecuencia, otra económica marcó la crónica de 2022, dando lugar a unos nefastos resultados empresariales. Pymes y autónomos son algunos de los principales afectados. Así lo refleja el último estudio publicado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) donde queda patente la subida de los costes interanuales hasta un 24,4%.
El Indicador sobre la Situación de la Pyme hace un balance de las fortalezas y debilidades del panorama nacional con respecto a los negocios de menor tamaño. En esta ocasión, el estudio pone sobre aviso ante el deterioro que sufrió la empresa de menor tamaño el pasado año, con datos que no se conocían desde 2014.
Causas más que conocidas y otras que no tanto
Por sexto trimestre consecutivo los costes que asumen los pequeños empresarios españoles superan sus beneficios. El crecimiento de estos, acelerado por la inflación, los suministros de las materias primas y el incremento del precio del carburante provocaron que los gastos superaran con creces los ingresos de quiénes son, prácticamente, el total del tejido empresarial.
Los más que recurrentes culpables de esta desestabilización económica no son los únicos que participan de esta crisis en la pyme y el autónomo. Los costes laborales adoptaron unos ritmos de crecimientos asfixiantes, especialmente para los negocios más pequeños que experimentaron una subida del 6,6% frente a las medianas que fueron un 3,7%. La subida del SMI sumada al aumento de las bases de cotización son las principales causantes de esta disparidad.
La contratación realizada a través de las pymes también ha sido otra de las grandes afectadas. El coste de estos servicios creció un 2,8% de manera interanual, siendo el transporte, la mensajería o los estudios de mercado los que más se encarecieron.
Más costes, menos créditos
Las entidades bancarias, empujadas por los datos inflacionistas y la propia inestabilidad económica que ello genera, está respondiendo conservadoramente a aquellas empresas que solicitan créditos para sobrevivir.
Según el informe de CEPYME, los tipos de interés en el tercer trimestre incrementó un 1,99%. Aparte de ser el más alto de los últimos cinco años, el crédito que piden las pymes ya no es tan flexible, más en un escenario en el que la inflación domina el mercado, por lo que es más difícil cubrir todas las necesidades con este tipo de créditos.
Todo ello empuja a que el pequeño empresario actué conforme a la rapidez con la crecen los costes, muy por debajo de lo que lo hacen sus ventas. El estrechamiento de los márgenes empresariales, tal y como avisa Cepyme, supone un gravamen en el global de la economía española.
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