Horas antes de comenzar el funeral del presidente de Banco Santander, cientos de personas se agolpaban alrededor de la catedral de la capital cántabra para dar el último adiós. Al acto asistieron César Alierta, presidente de Telefónica; Isidro Fainé, presidente de CaixaBank; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; Pablo Isla, presidente de Inditex; y Ángel Cano, consejero delegado de BBVA; así como el presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán.
En representación del Gobierno, acudió el ministro de Economía, Luis de Guindos, que asistió en la tarde de ayer después del Ecofin celebrado en Milán. Llegó a la catedral acompañado junto al gobernador del Banco de España coincidiendo en la entrada con la viuda de Botín. Paloma O’Shea, ha sido la última en acceder al templo, y lo ha hecho entre aplausos de las miles de personas que se agolpaban en el exterior.
Los hijos del banquero han ocupado los primeros bancos del centro de la catedral. Su nieta Carmen Ballesteros Botín -hija de Severiano Ballesteros y Carmen Botín- realizó la primera lectura de la misa, mientras que tres de los nietos más pequeños dieron lectura a las peticiones.
El sepelio ha sido oficiado por el Dean de la Catedral, Francisco Sánchez, y la homilía la pronunciará el párroco de Santa Lucía, José Olano Ortiz. El párroco destacó en su homilia que todavía nadie se ha "rehecho" del "impacto tan doloroso" que ha supuesto la muerte de Emilio Botín, cuyo fallecimiento ha lamentado porque era un hombre "lleno de vida, con proyectos" y con "muchas ganas de vivir".
A la misa también asistieron Vicente Boluda, Luis del Rivero, Ángel Corcóstegui, ex consejero delegado de Banco Santander, Santiago Bergareche y Ana María LLopis, presidenta de Dia.
Emilio Botín fue enterrado en la finca familiar de Puente San Miguel en la estricta intimidad.
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