El autónomo: un trabajador en peligro de extinción

La lista de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) cerraba 2022 con una caída no registrada desde hacía una década. Así lo expone el último informe presentado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) a raíz del cual, su presidente, Lorenzo Amor, no tardaba en manifestar su malestar al respecto asegurando que era el primer año, desde 2012, que se perdían autónomos “en términos netos de afiliación el último día”.

El año se despedía con 1.204 trabajadores por cuenta propia menos que en el ejercicio anterior, contrastando con los datos del paro de diciembre que disminuían en 43.727 personas. La mejor sinopsis de este informe publicado anualmente por la patronal a través de datos facilitados por la Seguridad Social, donde se esclarecen los datos de los autónomos por comunidades autónomas y provincias.

Un registro de 3.324.048 autónomos en 2022 frente a los 3.325.252 con los que finalizó 2021. Números que indican el mal momento que atraviesa el sector, salvándose de este lastre tan solo la Comunidad Valenciana, Baleares, Madrid, Andalucía y Canarias. Mientras que, en el lado opuesto de la balanza, Castilla y León, Galicia y Asturias fueron donde más autónomos cesaron su actividad.

Las mayores pérdidas se aprecian en los principales sectores de la economía española: comercio, hostelería e industria. El comercio, con un 2,6% menos, las actividades financieras, con un 1,5% menos, la industria, con un 1,3% menos, la agricultura cae un 1,1% en datos de afiliación, al igual que la hostelería y, por último, con el dato porcentual más bajo, el sector del transporte con un 0,5% menos. Una suma que acentúa la preocupación actual por uno de los mayores impulsores de la economía española y que el propio Amor tilda de “declive”.

Sin embargo, el sector del arte y el entretenimiento ha incrementado su número de autónomos hasta alcanzar los 79.288 trabajadores el pasado 2022, un 4,5% más. De la misma forma sucedió en la esfera inmobiliaria con un 4,2% más, en la información y comunicación, con un 3,8% más y las actividades sanitarias con un 3,7% más.

Por géneros, fueron las mujeres las que incrementaron el porcentaje de trabajadores afiliados al RETA con un 0,6% más, lo que equivale a 7.816 autónomas. Dos puntos porcentuales por detrás, con un 0,4%, fueron los hombres quiénes descendieron en 9.022 personas menos.

Goteo que también se hace notar en el emprendimiento juvenil, el cual no está considerado una opción sino, más bien, una obligación. La afiliación de autónomos menores de 40 años a finales de 2022 fue de 14.838 personas menos y, sin embargo, se incrementó el número de estos trabajadores mayores de 60 años en 21.462.

Datos que el presidente de ATA atribuía como “alternativa para mantenerse en el mercado laboral” en el caso del autónomo sénior. De la misma manera se refería en el caso de los jóvenes declarando que había bajado por “las dificultades para emprender de los últimos años, pero también y sobre todo porque en estos momentos se está demonizando la figura del empresario y eso, alerta a muchos jóvenes a no emprender”.

 

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