El liderazgo femenino ha dado pasos de gigante en los últimos años. Sin embargo, todavía le queda camino por recorrer. En una entrevista con DIRIGENTES, Pilar Girón, presidenta de IWF en España, analiza los principales hitos que la entidad ha conseguido a lo largo de sus dos décadas en nuestro país y afirma cómo, a pesar de los esfuerzos que llevan a cabo las empresas para desarrollar políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, “los altos cargos siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres”. La experta pretende visibilizar el potencial de la diversidad y la inclusión. Y, para lograrlo, apuesta por incluir la equidad de género en el ADN de las organizaciones.
International Women's Forum acaba de cumplir 20 años en España. ¿Cuáles son los principales hitos que han conseguido en materia de igualdad empresarial?
IWF España apuesta cada día a través de sus socias por promover el liderazgo femenino y la equidad de género en todas las profesiones y en todos los ámbitos. En todo ello, nuestras socias son referentes. Directivas, emprendedoras, artistas que han logrado un éxito profesional sin precedentes en distintos campos. Nuestras socias son mujeres que marcan la diferencia, que sobrepasan fronteras y que tienen las capacidades y la voluntad de tener un impacto en la sociedad. Aprovechamos la valiosa red nacional e internacional de IWF para obtener acceso a conocimientos y oportunidades para maximizar nuestro impacto en la sociedad. Además, trabajamos en apoyar a las generaciones más jóvenes en el desarrollo de sus carreras profesionales y su camino hacia el liderazgo. Para ello, hemos puesto en marcha varios programas de liderazgo e impulso femenino como Aprende con #EYas, un programa de mentorización que se desarrolla junto a EY, y cuyo objetivo es impulsar el desarrollo y la visibilidad del talento femenino entre las jóvenes profesionales de la consultora.
¿Cuál es el grado de desarrollo de la equidad de género en las organizaciones españolas? ¿Y en relación con Europa?
El avance del liderazgo femenino en España en estos últimos 20 años ha sido positivo, aunque queda mucho por hacer. Algunos ejemplos relevantes son el crecimiento de la presencia de mujeres en Consejos de Administración del Ibex 35 que ha crecido de menos del 4% en el año 2002 a cerca del 34% en 2022. Una mejora considerable, pero lejos del objetivo del 40% establecido por la Unión Europea para 2026. En el caso de las directivas de empresas, las mujeres representan más de la mitad de la población activa en España, pero estamos por detrás de la media europea de mujeres en puestos de responsabilidad.
En particular en las posiciones de CEO, en España menos de un 10% de las mismas están ocupadas por mujeres. El crecimiento en la representación de las mujeres en los puestos superiores durante los últimos dos años ha sido muy lento. A pesar de los esfuerzos de las empresas para desarrollar políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, el techo de cristal de España aparentemente no se romperá pronto. En otras profesiones como la medicina o la justicia, el número de mujeres profesionales hoy en día está a la par con el de los hombres, aunque lamentablemente los altos cargos de liderazgo siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres.
En relación con Europa, el último Índice Europeo de Igualdad de Género nos situaba en la sexta posición, seis puntos por encima de la media europea, siendo el número uno Suecia y el último Grecia.
¿Cómo ha evolucionado el liderazgo femenino a lo largo de los últimos años?
En este mundo competitivo, apostar por la equidad de género trae grandes beneficios. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo, existe un efecto positivo al incorporar a mujeres en cargos directivos: tres de cada cuatro empresas que las han incluido han incrementado sus beneficios entre el 5% y el 20%. Según Mckinsey, la diversidad de género y étnica aumenta la rentabilidad de las empresas En concreto, el informe revela que aquellas compañías que se encuentran en la parte más alta del ranking en cuanto a diversidad de género en su equipo ejecutivo en 2019 tienen un 25% más de posibilidades de tener una rentabilidad superior respecto a las que presentan niveles más bajos.
Este ejemplo permite dimensionar el potencial de apostar por la diversidad y la inclusión. Pero para que esto sea una realidad, la equidad de género debe formar parte del ADN de las organizaciones, es decir, que sea parte de su identidad. Y, por lo tanto, que esté presente en diversos frentes, no solo en unos cuantos proyectos e iniciativas.
Además de ser presidenta de IWF es Chief People Officer de Telefónica Latinoamérica. ¿Cuáles son los principales consejos que le daría a los CEO sobre las estrategias de talento, organización y compensación relevantes para el éxito y la transformación del negocio?
En Telefónica contamos con unos Principios de Negocio Responsable que guían nuestras decisiones. Entre esos principios, la promoción de la diversidad y la equidad de género son una prioridad. Para la compañía, la equidad de género es transversal y, sobre todo, necesaria para contribuir con un sólido desarrollo sostenible. Estamos convencidos de fomentarla en nuestros equipos, así como promover un estilo de liderazgo que sea inclusivo.
Nuestro compromiso se visibiliza a través de nuestra Política de Diversidad e Inclusión. Mediante esta desarrollamos prácticas de selección, contratación, promoción, formación, políticas de remuneración y otras condiciones laborales basadas estrictamente en criterios de mérito y capacidad. Asimismo, fomentamos un ambiente de trabajo igualitario e inclusivo en el que todos se sientan libres de expresarse como son. Para ello desarrollamos sesiones de formación enfocados en derribar estereotipos y sesgos inconscientes.
¿Cuáles son los principales beneficios que aportan las políticas de diversidad e inclusión a las organizaciones?
En Telefónica Hispanoamérica el 33% de las posiciones directivas son ocupadas por mujeres. Nuestro compromiso es continuar impulsando una cultura abierta e igualitaria que permita atraer y retener el mejor talento. Esta apuesta por tener mujeres líderes también tiene una relevante cuota para formar nuevas generaciones. Por ello desarrollamos el programa ‘Futura’, que busca fortalecer competencias para que futuras mujeres líderes puedan asumir retos de mayor nivel y responsabilidad. A la fecha, el proyecto ha formado a más de 290 mujeres en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela, las ocho operaciones en las que Telefónica Hispanoamérica está presente.
¿Cuáles son las principales necesidades que aún presentan las políticas y programas globales de RRHH de las empresas?
Además de promover la diversidad y equidad de género al interior de la compañía, también las incentivamos en nuestros proveedores y aliados. En ese marco impulsamos “Mujeres en Red”, proyecto que ejecutamos en Perú y Colombia en alianza con nuestras empresas colaboradoras para fomentar la empleabilidad y capacitación de mujeres en labores técnicas de telecomunicaciones, un sector tradicionalmente masculino. Al cierre de 2022, en ambos países se contó con cerca de 1.000 técnicas contratadas por nuestros aliados, y más de 7.000 personas (técnicas, técnicos y equipo administrativo).
El camino para lograr la equidad de género es largo, está lleno de retos y es necesaria la articulación de múltiples esfuerzos para lograrlo. En Telefónica Hispanoamérica reafirmamos nuestro compromiso de contribuir al cierre de brechas, generando oportunidades para el desarrollo y empoderamiento de las mujeres, ya que creemos que ellas son el factor de cambio hacia un mundo más justo y sostenible.
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