La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas descendió en 0,5 puntos porcentuales del PIB, hasta situarse en el 99,4% al cierre del año. Debido al modelo descentralizado del sistema, todos los sectores han tenido que hacer un importante esfuerzo de contención, en concreto: la Administración Central redujo sus obligaciones en 0,4 puntos porcentuales del PIB, hasta situarlas en el 87%, los Ayuntamientos hicieron los propio por cuarto año consecutivo, hasta situarlas en el 2,9%, incluso la Seguridad Social redujo su deuda en 0,1 puntos del PIB, hasta el 1,5%. En el otro extremo se situaron las Comunidades Autónomas, que incrementaron su endeudamiento en 0,4% puntos del PIB, hasta el 24,9%. Además, la dependencia de los entes regionales con la Administración Central se incrementó en casi cinco puntos durante 2016, hasta alcanzar el 53,7% del total de deuda en propiedad de esta, según el último informe publicado por el Banco de España. Esta tendencia fue más aguda en algunas regiones, que dependen más allá del 60% del Gobierno Central para financiar sus pasivos. Este fue el caso de Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia. El endeudamiento de las dos últimas con la Administración Central alcanzó casi el 80% del total de sus obligaciones. Por otro lado, hasta tres CCAA registraron ratios de endeudamiento superiores al 30% de su PIB. Fue el caso de la Comunidad Valenciana (42,5%), con unos pasivos por valor de 44.658 millones, lo que equivale a una deuda per cápita de 9.051 euros. También de Cataluña (35,4%), con 75.098 millones emitidos y un pasivo per cápita de 10.132 euros, siendo la Comunidad más endeudada. Otro ejemplo es el de Castilla-La Mancha (37%), con unas obligaciones de 14.055 millones y de 6.873 euros per cápita.
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