El BCE celebra la última reunión del año sin esperar grandes cambios

El consenso del mercado no espera cambios en la política monetaria del Banco Central Europeo si se tiene en cuenta que en su pasada reunión, Draghi anunció una reducción en el importe de las compras mensuales de deuda a partir de enero, desde los 60.000 millones de euros actuales hasta los 30.000 millones de euros, que se mantendrá hasta septiembre del mismo año aunque con la puerta abierta a ampliar el plazo y la cuantía si fuera necesario. Por lo tanto, el foco de atención se centrará en las previsiones actualizadas del PIB y la inflación, que según los expertos de Renta 4, podrían revisarse al alza tras la notable subida del precio del crudo, que podría llevar a considerar en las previsiones precios más cercanos a 60 dólares/barril que a los 53 dólares/barril que se usaron en las últimas estimaciones, lo que podría llevar a un IPC para 2018 del 1,5%, frente al 1,2% anterior para 2018; y del 1,7% para 2019, frente al 1,5% anterior. Por otra parte, el entorno macroeconómico es favorable, según apuntan los expertos, lo que daría espacio al BCE para reducir su apoyo gradualmente. Recordemos que el PIB del tercer trimestre aumentó un 2,5% en términos interanuales, su ritmo más rápido desde comienzos de 2011, y las encuestas de confianza empresarial sugieren que la zona euro también comenzó el cuarto trimestre con buen pie. Aunque este fortalecimiento de la economía no se ha traducido en mayores presiones inflacionistas – la inflación subyacente cayó al 0,9% en octubre- según declara Hans Bevers, economista jefe de Degroof Petercam. “Esperamos que las presiones sobre los precios aumenten sólo lentamente en el corto plazo por lo que la inflación no alcanzará el objetivo del 2% pronto. El BCE ha dicho repetidas veces que los tipos se mantendrán en sus niveles actuales hasta bien superado el “horizonte” de las compras de activos, por lo que, tal como están las cosas, creemos que los tipos seguirán en suspenso hasta bien entrado 2019” destaca Bevers. En la misma línea se manifiesta Guido Barthels, portfolio manager de ETHENEA Independent Investors, que considera que no hay indicios suficientes para pensar en un aumento significativo de la inflación y como resultado, el Banco Central Europeo ha comunicado claramente que, en un futuro previsible, no ve razones para aumentar los tipos de interés a corto plazo. “En este entorno, y con una demanda continuada tanto doméstica como de inversores institucionales extranjeros, creemos que la presión sobre los bonos a largo plazo debería mantenerse moderada. Al mismo tiempo, la continuación de la sólida situación económica, las favorables condiciones de refinanciación, y las bajas tasas de impago deberían apoyar los diferenciales de los bonos corporativos” subraya Barthels. Mientras que para Franck Dixmier, Director de Renta Fija de Allianz Global Investors, otro tema de debate que se podría abrir en la reunión de hoy del Banco Central Europeo sería una reducción de la vinculación entre la continuidad de las compras de activos y la inflación, que tomaría en cuenta tres aspectos: el ritmo de las compras de activos, el horizonte en el que las compras de activos llegarían a su fin; y el potencial de la opción, dado el aumento de los llamamientos a un fin anunciado de las compras de activos, mientras que el presidente del BCE, Mario Draghi, desea mantener la opción completa. “Creemos que las indicaciones del banco central deben evolucionar para reducir las expectativas de bajos rendimientos sostenidos. También creemos que el BCE tendrá que gestionar las expectativas sobre el ritmo de las futuras alzas de los tipos, ya que este factor acaparará una mayor atención por parte del mercado en el futuro” declara Dixmier.

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