El Bitcoin cotiza casi un 900% más arriba que a comienzos de este año, marcando nuevos máximos por encima de los 9.600 dólares. Además, las 10 principales criptomonedas ya han alcanzado una capitalización de mercado de un cuarto de billón de dólares. Para Kay Van-Petersen, estratega global-macro de Saxo Bank, las criptodivisas son una nueva clase de activo súper alternativo que difiere mucho de cualquiera de los activos que hemos conocido hasta ahora. Parte del problema es el mismo nombre que se les da, pues son un tipo de moneda y, al mismo tiempo, no son como las monedas fiat tradicionales ni las monedas respaldadas por gobiernos. El mercado está lleno de especuladores – que saltan sobre cualquier cosa que está caliente, moviéndose rápido, sin preocuparse de los fundamentales – y también de inversores de largo plazo que permanecen en el mercado entre 5 y 15 años soportando unas reglas de juego cambiantes. Esto tiende a ocurrir con cualquier activo/mercado que es nuevo, innovador y que experimenta un crecimiento exponencial. En este sentido, al igual que cualquier otra clase de activos, el Bitcoin ha atraído a esos especuladores de corto plazo que saltan de un activo caliente a otro en búsqueda de estrategias para hacerse ricos rápido -algo que sólo es posible en un universo alternativo-. Por otro lado, también hay inversores de largo plazo, como Marc Andreessen, de Silicon Valley, que han invertido miles de millones en respaldar el Bitcoin y el desarrollo de la infraestructura de esta criptodivisa (Wallet, intercambios, plataformas, interfaz). Los expertos mantienen unas perspectivas positivas sobre el precio del Bitcoin, situándolo incluso en los 10.000 dólares a finales de año. Por ejemplo, Mike Novogratz, creador de un criptofondo de 500 millones de dólares, predice que el precio del Bitcoin alcanzará los 10.000 dólares antes de fin de año. LedgerX, una startup con licencia que ofrece derivados de criptomonedas facilitó su primer intercambio de futuros; el precio al contado de la operación fue de 10.000 por Bitcoin con fecha de vencimiento el 28 de diciembre de 2018. Prevén que la probabilidad de alcanzar ese precio en esa fecha es del 25% utilizando su modelo de precios de opciones. Además, Ronnie Moas, de Standpoint Research, predice que el precio subirá a 14.000 dólares en 2018, y que la capitalización total de las criptomonedas aumentará a 2.500.000 de dólares en cinco años. Personalmente, Kay Van-Petersen, estratega global-macro de Saxo Bank, tiene una visión estructural de largo plazo y pienso que llegaremos fácilmente a 100.000 dólares por Bitcoin en 10 años. Creo que en el futuro terminaremos teniendo una criptomoneda como divisa de reserva mundial. Es difícil decir si será el Bitcoin, pero tiene la fuerza y el respaldo que les falta a muchas otras. No es descabellado pensar que los volúmenes de negociación de las criptomonedas alcanzarán los 500.000 millones -frente a los más de 5 trillones de dólares que negocian los mercados de divisas tradicionales diariamente-. Ahora bien, al igual que con cualquier otro activo, uno debe apelar a su propio perfil inversor y decidir si el Bitcoin entra dentro de su capacidad de tomar riesgos y cumplir con sus objetivos de inversión. Si una abuela tiene el 95% de sus activos en Bitcoin, probablemente no sea una buena idea; si sus nietos tienen una exposición del 1-3% a criptodivisas, quizás sea una buena inversión. La idea de si el Bitcoin es una buena inversión no es simétrica para todos los inversores. Además, no está exento de riesgos, pues el Bitcoin podría irse a 100.000 dólares o incluso a 1 millón de dólares y ser suplantado por un nuevo tipo de tecnología que todavía no podemos entender. Por ello, Kay Van-Petersen, estratega global-macro de Saxo Bank, considera que las criptodivisas son activos de inversión y también de especulación.
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