De no ser por el Banco Central Europeo (BCE), la recesión en la eurozona sería inminente. Así lo demuestran al menos la bajísimas rentabilidades de los bonos de la región, que han hecho a Robeco alertar otra vez de la paciencia (y confianza ciega en los organismo monetarios) que tendrán que tener los inversores para encontrar buenas oportunidades en el mercado de renta fija. Que también las hay, pero ahora son más difíciles de encontrar.
Léon Cornelissen Economista Jefe de la entidad, recuerda que la economía alemana se contrajo con un crecimiento "sorprendentemente menor" que el de la francesa, mientras que Italia vuelve a caer en recesión. A su juicio, "el efecto económico de las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto con Ucrania ha sido mucho mayor de lo esperado, debido principalmente a su naturaleza, con capacidad para minar la confianza".
El propio Mario Draghi volvió a mostrar este lunes su preocupación sobre la recuperación en Europa, culpando al paro y a la falta de crédito de frenar el crecimiento. El presidente del BCE se mostró dispuesto a activar nuevas medidas no convencionales para combatir el riesgo de un periodo prolongado de baja inflación, pero ha reclamado a los Estados miembros reformas estructurales para que su actuación tenga efecto.
Desde Robeco se muestran algo más optimista con el tercer trimestre, pero recuerda que el hecho de que las rentabilidades hayan alcanzado su mínimo histórico "significa que el precio de los bonos, que varía de forma inversa a la rentabilidad, ha aumentado, haciendo que el precio de muchos de los bonos más codiciados sea muy elevado. "Esto significa que, actualmente, por el privilegio de realizar un préstamo equivalente al dinero de hasta tres años a gobiernos como el alemán, los inversores deben pagar una prima," explica Cornelissen. "La continuada e implacable euforia de los mercados de bonos fue el avance más llamativo del mes de agosto.
El apoyo del BCE
Cornelissen insiste en que el BCE aún dispone de muchas armas económicas en su arsenal, aunque duda que el programa anunciado de recompra de hasta un billón de euros de Asset Back Securities (ABS) sea factible. "Dado que el mercado europeo actual de ABS no está bien desarrollado, este tamaño potencial se me antoja bastante ambicioso," comenta. "La implementación del programa ABS llevará su tiempo, y los efectos beneficiosos serán graduales". Aún así, el experto asegura que cualquier medida que ayude a debilitar el euro, beneficiará a los exportadores europeos.
Desde la gestora se muestran entre líneas más a favor de un programa de quantitative easing (QE). "El BCE aún tiene un último recurso, la QE generalizada de bonos soberanos. No obstante, sólo empleará este recurso si la economía europea continúa debilitándose materialmente. Esta opción sigue estando claramente sobre la mesa y ayuda a mantener bajo el euro y los tipos de interés a largo plazo en la Eurozona", explican.
Renta fija
En este escenario, el economista jefe de Robeco predice que "los inversores deben prepararse para ‘más de lo mismo’, dado que los bajos tipos de interés y los estrechos márgenes soberanos en la Eurozona continuarán con nosotros durante los próximos meses, siempre que el BCE continúe con su laxitud monetaria".
Así, explica que la de rentabilidad implica que la Eurozona exporta bajos tipos de interés a EE UU, donde los bonos a 10 años ofrecen una rentabilidad aproximada del 2,5%. "No obstante, a medida que la economía de EE UU continúe fortaleciéndose, cada vez se hablará más del calendario previsto para la primera subida de tipos, hecho que podría invertir la gravedad: los tipos de interés a largo plazo de EE UU podrían terminar elevando los europeos".
Eso sí. La condición necesaria sería de nuevo la recuperación económica europea, "que depende parcialmente de los acontecimientos geopolíticos". A pesar de las dudas, la hipótesis de referencia de Robeco se basa en un mayor PIB en el tercer trimestre, que reduciría el pesimismo que despierta la recuperación en la regióm. "En consecuencia, observamos poco valor en los bonos del Estado europeos y estadounidenses a las rentabilidades actuales", sentencian.
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