Las elecciones en Francia fueron la última prueba de fuego para el futuro de la Unión Europea. El sí a la continuidad del proyecto comunitario, no sólo ha fortalecido a las instituciones y al sentimiento europeísta, sino que ha disparado el euro a máximos de seis meses, hasta alcanzar este lunes los 1,1022 dólares durante la apertura. Los dos últimos años han estado plagados de comicios decisivos para la continuidad de la Unión, y la divisa común se ha convertido en el principal termómetro de la confianza de los mercados en el proyecto europeo. El ejercicio 2016 abrió con las elecciones presidenciales en Portugal el 24 de enero. La victoria de Marcelo Rebelo de Sousa, candidato independiente moderado, aseguró la continuidad del modelo socialista en el país luso y mantuvo al alza la divisa comunitaria durante casi una semana, con máximos de 1,0939 EUR/USD. Los comicios en Irlanda fueron la siguiente cita del año. El 26 de febrero los irlandeses decidieron prolongar la presidencia de Enda Kenny, líder de los conservadores del Fine Gael, aunque perdió hasta 26 escaños respecto a 2011. Por su parte, el partido de centro derecha Fianna Fáil, al que algunos tacharon de ultraconservador y populista, dobló sus resultados de las últimas elecciones pero no logró superar a su adversario. Este pequeño revés, ya que las encuestas preveían una amplia victoria del partido de Kenny, restó al euro casi medio punto tras su fuerte entrada en el segundo mes del año, pasando de los 1,13 a los 1,08 dólares. Las presidenciales de Austria fueron las siguientes en el calendario electoral, aunque los resultados de mayo se impugnaron y los comicios fueron repetidos en diciembre. En esta ocasión la incertidumbre fue mayor por el perfil de los dos principales candidatos: el ecologista Alexander Van der Bellen, con candidatura independiente,y el ultranacionalista del Partido Liberal de Austria (FPÖ), Norbert Hofer. La victoria rasgada del primero generó, sin embargo, una acusada revalorización del euro, que alcanzó máximos en la semana posterior de 1,14 dólares. España fue la siguiente protagonista del año, con su segunda cita electoral en menos de doce meses el pasado seis de junio. La victoria del Partido Popular y la posibilidad, esta vez sí, de conformar Gobierno fortaleció la divisa hasta los 1,1358 y 1,1394 dólares en los días posteriores. Por último, las estatales de Berlín, consideradas como una primera vuelta de las presidenciales que se celebrarán este otoño, arrojaron el peor resultado para el partido de Angela Merkel (CDU) de su historia en la capital. Los socialdemócratas ganaron los comicios, pero la sangría de votos fue común para ambas formaciones, lo que se canalizó en una subida importante del ultraderechista Alternativa para Alemania. Este movimiento frenó la apreciación de la divisa, dejándola en los 1,115 dólares. Aunque no fueron elecciones en la UE, la victoria de Donald Trump en noviembre supuso un golpe importante para el euro, ante el anuncio de políticas con claro matiz proteccionista. La divisa cayó a mínimos de 1,05 dólares y se mantuvo a la baja hasta el inicio de 2017, rozando la paridad en enero con un cambio de 1,03 EUR/USD. Citas de 2017 La incertidumbre ante una posible victoria de Marine Le Pen en Francia no ha sido el único quebradero de cabeza para la UE en lo que va de año. Las elecciones en Holanda abrieron la veda el pasado 15 de marzo, con la victoria del anterior presidente, el conservador liberal Mark Rutte, y la derrota del ultranacionalista Geert Wilders. Este revulsivo devolvió al euro a niveles cercanos a los 1,09 dólares, barrera que se superó tras la primera vuelta de las elecciones francesas el pasado 23 de abril, donde ya se intuía que Macron sería el vencedor. Las elecciones en Alemania de Otoño y la posibilidad de convocar comicios en Italia son los siguientes retos a los que se enfrentará la Unión, sin contar el Brexit, que en sentido contrario apreció el euro sobre la libra esterlina durante los primeros meses tras el referéndum.
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