Chile cierra el calendario electoral latinoamericano de 2017 con la victoria de Sebastián Piñera, representante del partido Chile Vamos (centro-derecha), sobre Alejandro Guillier, líder de la alianza Nueva Mayoría (centro-izquierda). Los rivales se enfrentaron el pasado domingo para dirimir la primera votación, realizada un mes atrás, cuando la figura de Guillier había crecido más allá de las previsiones (hasta un 22,7%) y Piñera no pasó del 36,6%, obligando a un ballotage. Los resultados de este domingo mostraron la preferencia chilena por los candidatos con un 45,43% y un 54,6%, respectivamente. Seguidores del ahora consagrado presidente para el período 2018-2022 celebraron el triunfo al grito de «No queremos comunismo, no queremos socialismo», a lo que Piñera respondió que llevará nuevamente a Chile por «la senda del progreso y del desarrollo». Ambos políticos, vencedor y vencido, se presentaron juntos en la transmisión televisiva tras el cierre de la votación e intercambiaron elogios y promesas de cooperación. Volver a la Moneda Esta es la segunda vez que Piñera ejercerá la presidencia del país. La anterior fue de 2010 a 2014. En ambos casos, llegó a la Casa de la Moneda (el palacio de Gobierno, en Santiago) tras vencer a la socialista Michelle Bachelet, la mandataria que entregará el cargo en marzo de 2018 tras haber ejercido dos períodos (2006-2010 y 2014-2017). El presidente electo ingresó en política en 1990 proveniente del sector empresarial, donde desarrolló negocios en la construcción, el sector bancario (Citicorp), el deporte (el club de fútbol Colo-Colo), la aeronavegación (Tam) y hasta en la tecnología (fue presidente de Apple en Chile). Su contrincante es un periodista y sociólogo que se incorporó a la política más recientemente (2013) como senador independiente y que en esta disputa representó a la alianza de fuerzas de izquierda que sostenían a la socialista Bachelet. Onda latina liberal El triunfo de Piñera significa la consolidación de la onda liberal que se ha venido consolidando en el continente con los gobiernos de Argentina (Mauricio Macri), Perú (Pablo Kuczensky), Ecuador (Lenin Moreno), Paraguay (Hugo Cartes) y Brasil (Michel Temer). La salida de Bachelet, al mismo tiempo, significa la extinción de mujeres en ese cargo en la región. La alineación internacional del nuevo mandatario chileno se inscribe en la expansión de la Alianza del Pacífico (bloque formado con Perú, Colombia y México) y en el acercamiento con el Mercosur. De hecho, Piñera se reunió varias veces este año con el mandatario argentino y ambos han hablado de una «mayor integración energética y económica» entre ambos países.
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