El oro físico como alternativa de inversión

Las dudas sobre la recuperación económica y los riesgos geopolíticos han vuelto a poner en el foco de los inversores el oro como valor refugio. Mucho más después de un 2013 para el olvido. El precio de la onza ha recuperado los 1.200 dólares, pero aún está lejos de los máximos anuales superando los 1.300 dólares registrados a mediados de marzo.

En este contexto, y dejando a un lado el mercado secundario donde cotizan en dólares las materias primas, el oro físico sigue aumentando su peso en las carteras de los inversores. Así al menos se desprende del último informe de Bullion Vault, la plataforma web por la que compradores y vendedores de todo el mundo tienen la posibilidad de adquirir oro y plata físicos en la red.

La firma elabora un índice (el Gold Investor Index) que mide la diferencia entre las personas que compran oro y las que lo venden. Según los últimos datos, este ratio está en máximos de 7 meses, al mismo tiempo que los precios del oro subían en el mercado. "El número de inversores independientes que compraron oro en septiembre a través de BullionVault aumentó un 33% desde agosto. El número de vendedores se mantuvo sin cambios", explican desde la firma.

Adrian Ash, analista jefe de la firma, explica que "tras un verano tranquilo, el pasado mes nos trajo la caída más pronunciada desde el desplome del pasado año en junio. Eso provocó un salto en la búsqueda de oportunidades por parte de inversores privados, a diferencia del posicionamiento hacia el oro de los gestores de fondos".

A pesar del repunte experimentado en los últimos días, los analistas estiman que los precios en el mercado seguirán cayendo en los próximos años. Y eso puede suponer una oportunidad para quien considera entrar en este tipo de activo por el camino de la compra física (oro, lingotes o joyas). Desde Bankinter desgranan varios factores que pueden influir en esta tendencia bajista:

1) El oro está denominado en dólares, de tal manera que la apreciación de esta divisa provoca que su contravalor disminuya. Mientras la tendencia apreciatoria continúe, el oro seguirá a la baja.

2) En su última comparecencia Yellen redujo de forma significativa las expectativas de subidas de tipos de interés de forma prematura. Por lo tanto, un escenario sin riesgo inflacionista, supone pérdida de atractivo para el oro como depósito de valor.

3) Aunque en los últimos meses hemos visto el precio del oro impulsado por la creciente tensión entre Rusia y Ucrania, así como por el persistente conflicto en Oriente Medio, últimamente el impacto se ha debilitado. Ahora, el mercado del oro se muestra más impasible ante rebrotes de los eventos geopolíticos, de lo que se deduce su mayor dependencia a la política monetaria y a la evolución de las bolsas.

4) China es el mayor consumidor de oro del mundo y en general, el mercado de las commodities está muy controlado por el gigante asiático. La zona de libre comercio de Shanghái está ganando relevancia (la contratación se realiza en yuanes) con el objetivo de convertirse en el núcleo de referencia de negociación de éste metal, superando a Londres y a Nueva York. Sin embargo, la ralentización de la economía china está frenando este proceso y reduciendo el consumo de oro, tanto la producción propia como las importaciones.

5) India es el 2º mayor demandante de oro, cuyo consumo tradicionalmente se dispara en la temporada de bodas y festivales (desde septiembre hasta diciembre). Sin embargo, en esta ocasión la demanda se verá frenada. Esto es así porque el nuevo gobierno de Modi mantendrá las limitaciones comerciales a su importación para proteger el equilibrio de la balanza por cuenta corriente del país y su competitividad frente al exterior. No obstante, en agosto el RBI (Banco Central de la India) eliminó algunas restricciones para la concesión de préstamos bancarios cuya garantía tenía que ser oro de joyería. De esta manera ya no existe límite en la cuantía del préstamo (hasta ahora el máximo era 100.000 rupias) pero mantiene en 75% el porcentaje de la cobertura de capital que ha de ser garantizado con oro.

Los expertos mantienen su estimación en 1.200 dólares la onza para este año, y en torno a los 1.000 dólares para 2015. "De cara a 2016, estimamos que podría caer hasta 950 dólares", advierten.
 

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