OJALÁ. Alargar el verano
Las olas llegan al barrio más castizo y cool. La capital abre su primer chiringuito surfero: Ojalá. Un lugar de encuentro donde desayunar hasta tarde -muy tarde-,reponer fuerzas o tomar una copa. «Ojalá es una playa, o más bien el porche de una casa construida en la misma arena de una playa». Así define Andrés Jaque su último proyecto para el restaurante
madrileño.
El arquitecto, que acaba de ser premiado con el León de Plata en la última Bienal de Arquitectura de Venecia, explica que «es el proyecto más innovador que hemos hecho hasta ahora. Tanto en materiales como en situaciones. Este es un local único. En él,
nos encontramos sorpresas como un jardín suspendido, un invernadero de varillas de paraguas, una casita-mini-bar, un baño homenaje al Smile de los Beach Boys…
Está pensado como un paisaje. Un paisaje con vida. Se ha construido con tecnologías que son más propias de las explotaciones agrícolas que de la arquitectura. Es un ecosistema tan complejo como la Calle San Andrés, o como Espíritu Santo».
Es en la confluencia de estas dos calles, en el corazón del madrileño barrio de Malasaña, donde se ubica Ojalá. Nació hace diez años como un espacio rompedor. Creó tendencia y marcó toda una época. Desde entonces, ha sido meca de peregrinación para la modernidad local e internacional. Hoy, con una nueva imagen y una nueva carta, creada por el chef Javier Brichetto, se reinventa para seguir adelantándose a los tiempos.
Desayunos todo el día
Desayunos todo el día… A cualquier hora… Todos los días… Se podría decir que la carta de Ojalá nace inspirada en el mundo del pan. Un pan de masa madre, con fermentación lenta y horneado en el propio restaurante. «Buscábamos una cocina informal, creativa y que se pudiera comer con las manos. Es otra de las razones por las que el pan es uno de los elementos protagonistas de la nueva época». Explica Javier Brichetto, asesor gastronómico de Ojalá. En los últimos 20 años, y con varios premios a sus espaldas, Brichetto se ha convertido en sinónimo de "grande de la gastronomía" en Latinoamérica y en España.
La nueva carta de Ojalá es ecléctica e internacional. «Durante todo el día, puedes encontrar unos fabulosos "brunch" muy parecidos a los que se toman en barrios como Brooklyn, en Nueva York, o Hoxton, en Londres. Con un lugar especial para los huevos. Huevos de todo tipo: Benedictinos, Florentinos, Parisinos, Rancheros…pero también tostadas, tartas o pastelería artesanal para completar la oferta de desayunos», desvela el prestigioso chef.
El horario de los desayunos, se extiende hasta las 20.00h. Pero más allá de esta hora, para descubrir los nuevos sabores del mundo, Ojalá propone un recorrido por todos los continentes -Asia, América, Europa- en cada uno de sus platos. Entre ellos: bocadillos, como en Vietnam, Veggie, Chicken breast…; sandwiches, Bikini gourmet, tacos, presa pibil, pollo de la vera, pero también antipasto, ensaladas, hamburguesas, gazpachos, o wraps. Incluso hay tablas para compartir, embutidos, humus, guacamole….
El toque dulce lo aportan la Torrija de brioche, la Pasión por el chocolate, la Tarta de queso "in your face" o una particular revisión de la Piña colada. Y, por supuesto, cócteles con «denominación de origen» Michelada Sol, Aperol Spritz, Gran Mimosa, Pimm’s Cup Summer; sangrías, blanca o tinta; bebidas sin alcohol, Manzana verde con jengibre, Agua de Jamaica o Agua de Tamarindo; tés especiales ?fríos o calientes?; zumos; batidos… Los más sedientos podrán pedir sus bebidas también en en jarra.
hemeroteca