El equipo de Allianz GI prevé la volatilidad en general permanezca relativamente débil, aunque las políticas cambiantes y cualquier déficit asociado de liquidez podrían desencadenar picos de volatilidad que podrían presentar oportunidades. Sin embargo, los bancos centrales cuidadosos están en ajustar sus políticas monetarias, los efectos son inciertos. De particular interés es el mayor riesgo de déficits de liquidez y picos de volatilidad. En mercados de activos seleccionados por parte de la gestora, la escasez de liquidez severa podría suceder «con poca advertencia». Como resultado de sus programas de flexibilización cuantitativa, la Reserva Federal, el BCE y BoJ «poseen un tercio del mercado de bonos globales negociables y han creado efectivamente liquidez de la nada». Vender estas tenencias podría causar problemas en los mercados, incluyendo rendimientos de los bonos mucho más altos. La liquidez también se ve afectada por los flujos concentrados en fondos cotizados (ETF) y la prevalencia del comercio de alta frecuencia. Estos factores pueden sofocar la volatilidad y el rendimiento de «rebaño» en menos acciones. En general, esperan, por tanto, que «la volatilidad permanezca relativamente apagada en 2018, particularmente porque los bancos centrales continúan errando por el lado de la precaución con respecto a la estabilidad financiera». Con todo, las políticas cambiantes y cualquier déficit de liquidez asociado, real o temido, podrían provocar «picos en la volatilidad». Esto presenta riesgos, así como la posibilidad de mover capital o añadir posiciones a cartera, en su opinión. Un mercado altamente valorado de finales de ciclo como los EEUU podría ser «motivo de preocupación». El estrechamiento del BCE y cualquier alza en las tasas del Banco de Inglaterra podría «generar oportunidades de compra a partir de la volatilidad del mercado en la UE y el Reino Unido». La disrupción será un tema importante en 2018, pero es más que una tendencia tecnológica: los cambios demográficos también están remodelando las industrias y los mercados. En un entorno de baja volatilidad marcado por la disrupción y los riesgos geopolíticos, la gestión activa, incluido el análisis fundamental y un enfoque centrado en factores medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG por sus siglas en ingles), será crucial para encontrar el potencial de retorno y gestionar el riesgo. Así pues, las ideas de inversión para 2018: petróleo, renta variable europea, algo de deuda de mercados emergentes, sectores de banca en Estados Unidos, tecnología e infraestructuras en Asia.
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