«El yihadismo comparte fórmulas de captación con las sectas»

Tras los atentados de París y las detenciones en Bélgica, ¿asistimos a una ofensiva global del yihadismo?
 
Esto no ha empezado ahora. Nos enfrentamos a este problema desde hace 20 años. Como en cualquier proceso de esta envergadura hay momentos donde el riesgo es mayor, y en otros es más latente. 
 
Pero, ¿la amenaza ha cambiado en los últimos años? ¿Es muy diferente de cuando se produjeron los ataques a las Torres Gemelas o los atentados de Madrid?
 
Hay una evolución. La yihad se ha adaptado a la reacción que tuvo occidente tras los atentados del 11-S en Estados Unidos. Hay muchos factores que explican este cambio. La amenaza se ha vuelto más diversificada. Ya no solo es Al Qaeda. Hay otros actores relevantes, grandes organizaciones como el Estados Islámico (EI), entidades menores e incluso individuos o células que operan de forma independiente. El nexo de unión es que comparten el proyecto yihadista. También ha cambiado la zona de influencia donde actúan. Ya no se circunscriben a las zonas de tribales de Pakistán. Y por supuesto, han cambiado los métodos.
 
Al Qaeda en Yemen ha reconocido que es responsable del atentado a la revista Charlie Hebdo, pero no se descarta conexiones con el Estado Islámico en uno de los ataques posteriores. Desde su punto de vista quién ha tenido más influencia en los atentados de Francia.
 
Hubo una declaración a los pocos días del atentado a la revista de un supuesto portavoz de Al Qaeda en la Península Arábiga, o lo que es lo mismo Al Qaeda en Yemen, que reivindicó los atentados. Las declaraciones de los propios autores, los hermanos Kouachi se vinculan a ella y Coulibaly  se presenta como colaborador del EI. Sin duda, los indicios apuntan a una vinculación con este tipo de organizaciones, pero está por determinar qué grado de participación tienen.
 
¿Qué diferencia encuentra con los atentados de Londres o Madrid?
 
Aquellas eran células estructuradas. La mayoría de implicados era viejos conocidos de las fuerzas de seguridad y tenían contacto directo con Al Qaeda  y otras filiales. Todavía es pronto para sacar conclusiones, pero parece que hay contactos directos con Al Qaeda en Yemen. Uno de los hermanos Kouachi  había estado en Yemen y había conocido a Anwar al-Awlaki, líder de la organización hasta que murió en 2011. Otro de los terroristas colaboraba en redes de captación para EI. No parece que tengan un perfil de lobos solitarios.
 
Aprovechando que es usted psicólogo, cómo explica la radicalización de ciudadanos europeos cuando parecen que están perfectamente integrados en la sociedad europea.
 
La psicología no es suficiente para explicar este proceso. Es un fenómeno difícil de explicar. No existe un consenso entre los expertos, a pesar de que en los últimos años se está analizando en profundidad para poder prevenirlo. Cada caso responde a un perfil distinto y a distinta condición social, pero tienen un punto en común.  En un momento determinado de sus vidas entran en contacto con el ideario yihadista y con personas que forman parte del mismo o en proceso de radicalización. Es el penúltimo eslabón y una condición necesaria  para apoyar el movimiento yihadista. Hay elementos muy parecidos en el proceso de radicalización a los cambios psicológicos y sociales de los individuos que son captados en sectas, algo que nuestra sociedad sufre desde hace muchas décadas. Afecta a personas que están perfectamente integradas, ni si quiera hablamos de que sean inmigrantes o personas inadaptadas, que no impide que una minoría de individuos asuman un ideario delirante que arruine las vidas de ellos y los demás.
 
Entonces, ¿la falta de integración no es un factor determinante para que algunos sujetos abracen la yihad?
 
Se insiste en exceso en ello y es una simplificación. Hay muchos inmigrantes en Europa, de primera o segunda generación, que te reconocerían que no se sienten integrados en la cultura occidental pero no se les pasa por la cabeza apoyar el extremismo. Tampoco este factor explica porque en países musulmanes se produce este fenómeno. La radicalización en un país árabe o musulmán no tiene su origen en un problema de integración, y sin embargo,  esto no impide que algunas personas se radicalicen. La amplia mayoría de inmigrantes musulmanes nunca no van a ser yihadista. Hay que remarcar que la mayoría de víctimas del yihadismo se concentran en la población musulmana. No estamos en un enfrentamiento entre el Islam y el resto del mundo. Es una simplificación que nos puede llevar a adoptar medidas equivocadas.
 
¿El Estado Islámico representa una mayor amenaza que Al Qaeda?
 
El Estado Islámico está centrado en la campaña bélica en Siria e Irak. Ha manifestado su interés en objetivos occidentales y no es descartable que lo haga. Pero su demostración de fuerza la realiza en estas zonas de conflicto. Al Qaeda original está arraigada en las zonas tribales de Pakistán y su objetivo es atentar en suelo occidental, aunque en los últimos años haya fracasado, una y otra vez.
 
¿Las dos organizaciones se están enfrentando por capitalizar el yihadismo?
 
Es evidente que al observar las declaraciones de EI o Al Qaeda están compitiendo por el liderazgo del yihadismo global, sin ningún tipo de tapujos. Estamos ante un escenario nuevo, en comparación con el año pasado.
 
¿Hay más grupos que amenacen a Europa?
 
Hemos tenido noticia que la filial de Al Qeada en el Magreb y Sahel ha amenazado a Francia con atentar de nuevo. Las alusiones a atacar objetivos son reiteradas por la comunidad yihadista, pero la amenaza más potente viene de Al Qaeda en Yemen. Intentó en 2009 atentar en Estados Unidos y Europa.
 
¿Hoy por hoy cuál es el riesgo de un ataque terrorista en España?
 
Hay un riesgo alto. Se ha elevado el nivel de alerta antiterrorista después de los atentados, pero  es importante que la sociedad tenga en cuenta que la amenaza yihadista no es coyuntural, es permanente. Estamos en el blanco desde hace mucho tiempo. Somos de los países europeos con mayor riesgo de sufrir un atentado. Se acepta mal cuando en varios años no ha sucedido nada. No hay que olvidar que el 11M fue el mayor ataque en Europa desde el 11 de septiembre de 2001 y que en estos años se ha desbaratado nuevos atentados. Además, somos un país con importantes conexiones con la actividad yihadistas con Irak y Siria.
 

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