Los más recientes acontecimientos económicos recuerdan a la sociedad lo efímero e inestable que puede llegar a ser hasta el colectivo más sólido. Situación que, el ecosistema de emprendimiento, un sector que lucha constantemente por mantener la innovación y disrupción por bandera, conoce de primera mano. DIRIGENTES entrevista a Eduardo Delgado, director ejecutivo de Roams, la plataforma líder que asesora a los consumidores sobre servicios del día a día, acerca de la situación actual miles de startups tras la caída de entidades financieras de gran peso a nivel internacional. Una entrevista directa sobre el emprendimiento en tiempo de crisis bancaria.
DIRIGENTES (D.) ¿Cómo está presenciando el ecosistema de emprendimiento la crisis bancaria actual tras la caída de algunas grandes entidades?
Eduardo Delgado (E.D.) Las startups, como empresas emergentes e innovadoras, pueden verse especialmente afectadas por la crisis bancaria actual, ya que dependen en gran medida del acceso al crédito (más complejo, con mayores tipos de interés) y a la inversión para financiar sus proyectos y crecer. Además, pueden sufrir las consecuencias de una menor actividad económica y una menor confianza de los consumidores. Por ello, es importante que buscar fuentes alternativas de financiación, como el capital riesgo, el crowdfunding o las subvenciones públicas, y que se adapten a las nuevas circunstancias del mercado con flexibilidad y creatividad.
Personalmente recomiendo que, indistintamente de la fase de desarrollo y sector en el que opere la startup, las estrategias de desarrollo partan de la búsqueda de un producto mínimo viable, prestando especial atención a la generación de negocio e ingresos. El capital riesgo va a prestar especial atención a los balances de situación de las compañías. Me temo que comienza una nueva fase para las startups y la barra libre de capital será algo que contaremos a nuestros nietos.
D. ¿Está afectando esta crisis a las startups?
E.D. Sí, desafortunadamente la crisis de capital está afectando a muchísimas startups de todo el mundo, que se ven con serias dificultades para acceder al crédito y a la inversión que necesitan para mantenerse a flote. Conozco a, al menos, cinco startups de diferentes sectores (no todas eran tecnológicas) que han quebrado por esta situación: Etsy, una plataforma de comercio electrónico que vendía productos artesanales y vintage. Tenía unos 2.000 millones de dólares depositados en el Silicon Valley Bank, que quedaron congelados tras la quiebra del banco; Roku, una empresa que fabricaba dispositivos de streaming para ver contenidos streaming en la televisión. También tenía unos 2.000 millones de dólares en el SVB y no pudo hacer frente a sus deudas ni al pago de proveedores de vital importancia para una empresa como esta (servidores); Roblox, una plataforma de videojuegos online que permitía a los usuarios crear y jugar a sus propios videojuegos. Tenía unos 1.500 millones de dólares en el SVB y no pudo pagar a sus empleados; Vox Media, un conglomerado mediático que poseía varios sitios web de noticias, entretenimiento y deportes. Tenía unos 1.000 millones de dólares en el SVB y no pudo seguir financiando sus operaciones; SAVRpak, una startup estadounidense de innovación en tecnología alimentaria que había desarrollado un envase que conservaba la frescura y la textura de los alimentos. No pudo completar su ronda de financiación de serie A por la falta de inversores interesados tras la crisis bancaria; y por último una empresa que nos ha tocado muy de cerca: Airway Shield, una startup española de biotecnología industrial que había creado un dispositivo para proteger las vías respiratorias de los pacientes intubados. Tampoco pudo conseguir fondos suficientes para su segunda ronda de financiación y tuvo que cerrar por falta de liquidez.
D. ¿Se percibe cierto nerviosismo en el sector emprendedor?
E.D. De todas las declaraciones que ha habido durante estas semanas, me llamó la atención una reflexión compartida por Garry Tan, director ejecutivo de una de las aceleradoras de startups más famosas del mundo, quien dijo que prevé que el 30% de las empresas de su cartera no podrán pagar las nóminas de sus empleados en un periodo máximo de dos meses. Existe la posibilidad de que esa cifra fuera inflada para advertir a los gobiernos de la necesidad de intervenir de forma inmediata para evitar una extinción masiva de startups. Pese a que comparto su preocupación, ya que es un tema que me afecta de cerca por todos los contactos y conocidos que tengo en el ecosistema de emprendimiento, me temo que ahora mismo los gobiernos están mucho más preocupados por las tensiones geopolíticas que existen actualmente en el mundo, por lo cual es imprescindible que las startups administren su tesorería, sean cautos con sus inversiones y apuesten por modelos que principalmente busquen la rentabilidad.
Por lo que a Roams respecta, no estamos preocupados ante esta situación: nacimos buscando bootstrapear lo máximo que pudiéramos (financiamos la compañía con los ingresos que generaba nuestra actividad comercial), siempre buscamos el menor capital riesgo necesario para acelerar nuestro crecimiento sin perder el control de los proyectos que llevábamos a término, la inversión publicitaria ha brillado por su ausencia y se ha primado el negocio por encima de todo. Quizá renunciamos a crecer más rápido, pero a cambio hemos creado una compañía auto sostenible, capaz de mantener ratios de crecimiento anual superiores al 40% desde hace 6 años y, lo mejor de todo, hemos crecido de forma puramente orgánica.
D. ¿Se estima una caída de inversiones por parte de los business angel?
E.D. Tomando como referencia el informe de la Asociación Española de Business Angels (AEBAN), la inversión de los business angels en España cayó un 15% en 2022 respecto al año anterior, situándose en 120 millones de euros. Para 2023, se esperaba una recuperación gradual de la inversión, siempre que se resolviera la situación financiera, algo que no solo no ha sucedido, sino que la crisis de capital se ha agravado hasta un límite que ha rebasado las peores previsiones. No obstante, la crisis bancaria también puede suponer una oportunidad para los business angels que busquen invertir en startups resilientes, innovadoras y con modelos de negocio escalables y rentables.
No obstante, considero que la inteligencia artificial, como la tecnología actual más disruptiva y con mayor potencial de crecimiento, puede ayudar a camuflar la crisis de financiación que padeceremos las startups en 2023, pues serán muchas las startups que se financiarán apoyadas en sus proyectos IA-based. Con la explosión de ChatGPT, la inteligencia artificial se ha convertido en un fenómeno mundial gracias a sus múltiples capacidad para computar, compilar y tratar la información que posee. Los usuarios sienten muchísima curiosidad e interés por experimentar herramientas mucho más inteligentes e interactivas. Esto se traducirá en inversores que ven en esta tecnología un gran potencial para generar nuevos modelos de negocio de gran potencial de crecimiento y rentabilidad.
Un ejemplo de este efecto se percibe en cinco startups de exempleados de Google que, en lo que va de año, ya han levantado 130 millones de dólares para desarrollar buscadores (Neeva), herramientas de transcripción y traducción (Vectara), plataforma de venta de servicios B2C IA-based (Adept), videojuegos personalizados (Perplexity) o una aplicación para que cualquier persona pueda crear música sin conocimientos musicales previos (Tonita).
El futuro siempre trae canbios. En nuestros cerebros está la capacidad de adaptarnos a lo que venga, para lo cual tendremos que contar con la exigencia de saber transformar la tecnología para resolver unas necesidades que no cambiarán: comer, dormir, estar sanos, ser eficientes en nuestro trabajo, relacionarnos socialmente, desplazarnos y tener momentos de ocio. Cada uno puede ordenarlo a su manera, pero creo que mi lista será compartida por la mayor parte de personas que me lean.
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