Para el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, el mundo de la energía se enfrenta a un trilema. Es decir, un triángulo equilátero donde cualquier solución tiene que responder a tres aspectos interconectados que engloban el presente, el futuro y los precios asequibles. Así, el primer punto está relacionado con la seguridad de suministro energético. El segundo debe tener en cuenta la tranquilidad de las futuras generaciones, mientras que el tercero tiene que centrarse en mantener unos precios asequibles tanto para los consumidores domésticos como para las empresas.
En el marco de un encuentro celebrado este jueves en el palacio de Santoña, en Madrid, el dirigente ha resaltado la importancia de cada uno de estos lados del triángulo equilátero, en un escenario “más incierto del habitual”. En su opinión, la inflación “no parece que vaya a ser contenida en un periodo corto de tiempo” y, además, la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania y la recuperación económica de China podrían provocar cambios en la curva de la demanda. Además, en lo que respecta a la seguridad de suministro, en la que el presidente de Naturgy ha querido centrarse, su consecución implica que las empresas dispongan de contratos a largo plazo. No obstante, tal y como ha detallado, su consecución implica “financiación” y “compromiso”.
En este contexto, Francisco Reynés ha subrayado el papel de España en la crisis energética y ha destacado tanto su “ventaja competitiva” como su “tranquilidad de suministro”. Dos elementos que son posibles gracias al mix energético y a la diversificación entre el gas y el gas natural licuado (GNL) con el que cuenta nuestro país. En este punto ha resaltado el contrato de gas con la argelina Sonatrach y el GNL que llega a las costas españolas.
¿Qué va a pasar con el precio del gas?
El presidente de Naturgy ha afirmado que “la volatilidad” va a “presidir” los precios a lo largo de todo este año. Durante el desayuno informativo organizado por la Cámara de Madrid, Reynés también ha defendido la necesidad de reponer los inventarios, cuyo objetivo para el próximo invierno está situado en el 90%, un 10% más que en 2022. Y, además, ha comentado que los precios podrían verse influidos por un “componente especulativo” con el suministro de GNL de Rusia. “La Unión Europea intenta evitar esta especulación con la creación de una plataforma de compra conjunta de gas, pero va a afectar en la curva de precios desplazándola hacia un lado u otro”, ha afirmado.
No obstante, también ha recalcado que el invierno de 2022 ha sido “más benigno en términos de temperatura en Europa”, permitiendo un menor drenaje de las existencias de lo que estaba previsto. Una situación positiva que “desplaza la curva de demanda hacia la izquierda”.
Asimismo, Reynés ha destacado el papel de China y cómo su reactivación económica podría impactar en el encarecimiento de los precios, al ser el mayor consumidor de gas del mundo. “Si china empieza a subir en sus demandas de energía, desplazará la curva hacia el lado de mayor precio”, ha explicado.
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