A largo de los últimos 12 meses, el factor que ha dominado el mercado ha sido la volatilidad. Así, 2022 ha atravesado topes históricos. En marzo se rozaron los 500 euros por MW, pero también se alcanzaron mínimos cuando se llegó a los 2,65 euros/MWh en la última semana del año. Ante este escenario, DIRIGENTES ha charlado con Fernando Vázquez, socio consultor y co-Area developer en Expense Reduction Analysts, para analizar cómo ha evolucionado la factura eléctrica y qué pueden hacer las empresas para reducir su consumo.
Cuando hace poco más de un año Rusia aún no había invadido Ucrania, los precios ya eran más altos y rondaban los 200 euros el MW. Sin embargo, “la guerra hizo que se disparasen”, indican desde Expense Reduction Analysts. En este sentido, desde la compañía señalan dos elementos a tener en cuenta. Por una parte, con las sanciones a Rusia y el cambio de proveedores de gas natural a Estados Unidos y Noruega, entre otros, “el precio no se mantuvo en niveles de referencia en todo el año”. Mientras que, con la implantación de la excepción ibérica, “el precio de la energía se moderó frente a los precios en el resto de Europa”.
Según explica el experto, “toda esta situación ha contribuido a que se alcancen unos costes energéticos muy superiores a lo esperado y que están afectando enormemente a muchos sectores productivos, pero especialmente a los energéticamente intensivos”. Así, para Váquez el mercado sufrió una “tormenta perfecta” en la que “se unieron varios factores para una subida tan pronunciada”.
De este modo, las facturas de la luz multiplicaron en 2022 entre 2,5 y 3 veces las de 2021, en función del tamaño de la compañía, y generaron dos consecuencias principales: paradas de producción y subidas de precios que provocan una bajada de la competitividad de las empresas.
¿Qué ocurrirá en 2023?
De cara a las previsiones sobre la evolución de los precios de la factura eléctrica a lo largo de estos primeros meses del año, desde Reduction Analysts consideran que es “imposible” predecir el futuro. No obstante, sugieren que las empresas “deben prepararse lo mejor posible ante los diferentes escenarios que pueden ocurrir”, así como “tratar de minimizar el riesgo y el impacto de los más negativos”.
Dicho esto, también comentan que, siguiendo la tendencia iniciada a finales de 2022, el mercado parece estar dando señales de “moderación” y “cierta estabilidad” en estos primeros meses de 2023. En esta línea, Vázquez apunta que “la estabilidad de precio está siendo posible debido a que las reservas de gas natural en Europa se han ido manteniendo este invierno, gracias a unas temperaturas más benignas de lo esperado, lo que ha hecho que baje la demanda”. Y, por ello, espera que para este año la media del precio de la electricidad se sitúe por encima de los 120 euros/MWh y, en el gas, pueda estar por debajo de los 100 euros/MWh.
Fernando Vázquez, socio consultor y co-Area developer en Expense Reduction Analysts.
Excepción Ibérica, ¿una solución real para los usuarios?
En lo que respecta a la conocida como excepción ibérica, el Socio consultor y Co-Area developer en Expense Reduction Analysts afirma que se trata de una medida que ha tenido luces y sombras. Tal y como detalla, según los cálculos del Gobierno, los consumidores se han ahorrado desde su implantación en junio de 2022 unos 4.600 millones de euros y, asimismo, también hay otro estudio de EsadeEcPol que ratifica que los hogares españoles adscritos al PVPC han ahorrado de media unos 209 euros.
Por su parte, en el lado opuesto de la balanza se encuentran las consecuencias negativas. Es decir, intervenir el mercado implica un mayor consumo de gas para producir electricidad, “ya que esta excepción conlleva la subvención de las centrales para que no produzcan a pérdidas” y, dicha subvención, fue de 6.560 millones de euros desde la aprobación hasta diciembre del pasado año”.
Por todo ello y, teniendo en cuenta ambos argumentos, el experto aclara que aquellas familias que se han acogido al precio del mercado regulado “sí que han visto su factura abaratada en torno a un 14%”. Sin embargo, los hogares que estaban en el mercado libre, alrededor de un 65% del total, “no solo no se han beneficiado de la medida, sino que han pagado 120 euros más de media en el tiempo que lleva vigente”.
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