En un escenario donde la transición energética y la transformación digital del sector eléctrico ha cobrado una importancia crucial, DIRIGENTES ha charlado con la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelēc), Marina Serrano, para reflexionar sobre los principales retos del mercado de la energía, la excepción ibérica, la propuesta de reforma del mercado eléctrico lanzada por la Comisión Europea, así como el papel de las energías renovables y su importancia en la demanda y producción de energía.
aelēc trabaja para contribuir al desarrollo de una adecuada transición energética y transformación digital del sector eléctrico en España. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el mercado de la energía y cuáles son sus principales líneas de acción?
Las energías renovables son la palanca fundamental para el impulso de la transición energética y para la descarbonización de la economía. Desde aelēc consideramos que para lograr los objetivos de reducción de emisiones y neutralidad en carbón de cara a 2030 y 2050 resulta imprescindible situar las energías renovables como protagonistas en la demanda y producción de energía. Sin embargo, para lograr un aprovechamiento pleno de esas energías renovables hay que contar con la tecnología que las respalde.
En primer lugar, hay que apostar por el impulso de la digitalización de las redes eléctricas. Invertir en digitalización permite asegurar el desarrollo de redes inteligentes, con mayor nivel de monitorización, mayor gestión de los datos, mayores medidas de ciberseguridad y, en definitiva, mayor involucración de los consumidores, que podrán optar por las soluciones de consumo más eficientes. Además, es necesario fomentar la innovación para el desarrollo del almacenamiento y de las tecnologías que hagan posible una penetración más rápida de las energías renovables en la producción eléctrica.
En segundo lugar, contamos con la figura del vehículo eléctrico, que contribuye a la descarbonización electrificando un uso final de la energía, como es el de la movilidad, y también reduciendo el consumo de combustibles fósiles en el sector del transporte por carretera, que es el que genera más emisiones. En tercer lugar, la bomba de calor presenta la ventaja de tener una elevada eficiencia frente al uso de cualquier otro vector energético, incluido el gas natural o el hidrógeno, en el consumo de energía para climatización y agua caliente sanitaria en viviendas y edificios.
Y, por último, el uso del hidrógeno verde como solución a aquellos procesos en los que la descarbonización mediante el consumo directo de electricidad es más difícil. El desarrollo de todas estas tecnologías permitirá avanzar en el proceso de electrificación del país, que es lo realmente necesario para lograr la reducción de emisiones, la eficiencia energética y, en definitiva, la transición energética.
Como presidenta de Aelēc, ¿cuáles son los objetivos que tiene marcados de cara a los próximos meses?
En aelēc trabajamos para contribuir al desarrollo de una adecuada transición energética y a la transformación digital del sector eléctrico, como comentaba anteriormente. Somos el altavoz para difundir, divulgar y promocionar los aspectos técnicos y regulados de las actividades eléctricas y, en particular, de la distribución.
De forma específica, nos encontramos en estos momentos con un tema central, que es la reforma del mercado eléctrico, que se está debatiendo ahora en Europa, y respecto a ello consideramos que el diseño de mercado de electricidad tiene que girar alrededor de cuatro ejes. En primer lugar, la seguridad jurídica que hay que preservar tanto para inversores como para consumidores. En segundo lugar, garantizar precios competitivos para los consumidores, pues tanto las empresas como los particulares tienen que beneficiarse de los menores costes de la generación eléctrica renovable. En ese sentido, la reforma de la Comisión Europea plantea, entre otras cosas, la necesidad de fomentar la contratación de energía a plazo para que las empresas no estén expuestas de manera continua a la volatilidad de los precios del gas que, a su vez, impactan en el precio final de la electricidad. Pero para ello hay que eliminar las actuales barreras.
Hay que apostar también por el desarrollo de los mercados de capacidad con tecnologías que aporten firmeza y flexibilidad, dando entrada a potencia renovable y a los recursos de almacenamiento en estos mercados para posibilitar su desarrollo. Y, por último, como vengo diciendo, las redes eléctricas son un elemento determinante en la transición energética, ya que la descarbonización pasa por integrar la nueva generación renovable en sus redes, tanto al nivel de transporte como al de la distribución.
En lo que respecta a la excepción ibérica, esta medida se extenderá hasta el 31 de diciembre. ¿Qué opina al respecto y qué otra medida propone en su lugar?
La denominada excepción ibérica ha permitido contraer los precios en España durante muchos meses, aliviando el coste de la factura de muchos consumidores con contratos indexados al mercado. Sin embargo, las intervenciones en el mercado eléctrico generan distorsiones y suponen una importante modificación en la forma en la que los generadores ofertan su energía y en la que los comercializadores o directamente los consumidores la adquieren. Es absolutamente imprescindible que, al tratarse de una medida excepcional, esté acotada en el tiempo el menor plazo posible y siempre justificada con criterios estrictos. De lo contrario, no solo tendremos estos efectos sobre los consumidores, sino que también afectará a la confianza de los inversores a la hora de realizar las inversiones que exige la transición hacia una economía neutra en carbono.
Desde aelēc siempre hemos defendido que toda solución destinada a abordar este problema tiene que alcanzarse con el consenso de todos los países europeos, de forma coordinada y mediante acciones excepcionales y limitadas en el tiempo.
¿Qué opina sobre la propuesta de reforma del mercado eléctrico lanzada por la Comisión Europea (CE)?
Desde aelēc hemos valorado de forma positiva la propuesta de la Comisión Europea porque no supone una ruptura del modelo de mercado existente en la Unión Europea, sino una evolución de este, pues reconoce que este diseño ha dado lugar a un mercado bien integrado, permitiendo que Europa se aproveche, en circunstancias normales de mercado, de las ventajas de un mercado único de energía, asegurando la seguridad del suministro y sosteniendo el proceso de descarbonización.
Como ya he señalado, la reforma plantea también de forma acertada que el impulso de los mercados y de los contratos de largo plazo es la forma más directa de trasladar a los clientes los beneficios económicos de la generación renovable. Con respecto a las redes, la CE establece los principios adecuados para impulsar las inversiones dirigidas a su refuerzo y modernización como un elemento clave para habilitar la transición energética.
De la misma forma, consideramos que también tiene áreas de mejora, especialmente en el ámbito del tratamiento legal de los mecanismos de capacidad, así como en la solución planteada por la Comisión para el nuevo almacenamiento y la respuesta a la demanda donde aún hay camino para recorrer en el sentido de que no se configuren como elementos del diseño de mercado.
¿En qué medida cree que esta propuesta beneficiaría a los consumidores españoles y europeos?
La reforma del mercado tiene como objeto garantizar precios estables de la electricidad que sean competitivos para los consumidores. Concretamente, la reforma fomenta la contratación a plazo de la energía con el objetivo de garantizar que los consumidores estén menos expuestos a la volatilidad del mercado y que con el fomento de las energías renovables estos se puedan beneficiar de unos precios más competitivos.
¿Cuáles son los principales retos que va a tener hacer frente España durante su presidencia del Consejo de la Unión Europea?
En el ámbito de la energía, el foco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea tiene que estar en el diseño de mercado y en la descarbonización de la economía.
Las energías renovables han demostrado ser un pilar fundamental para asegurar el suministro energético europeo por su potencial para reducir el consumo de combustibles fósiles procedentes de Rusia. Además, las energías renovables son la pieza clave de la transición energética hacia la descarbonización. Es por ello que las soluciones innovadoras como el almacenamiento energético, la gestión de la demanda o la digitalización para la gestión inteligente de la energía tendrán un papel clave en este proceso, complementando e impulsando el despliegue de las energías renovables.
Tras un año 2022 en el que la seguridad del suministro energético fue una prioridad y exigió una respuesta coordinada de todos los países de la Unión Europa, 2023 tiene que servir para avanzar en la descarbonización y en la innovación y desarrollo de nuevas tecnologías para hacerla posible.
Durante la presidencia española, gran parte del esfuerzo de las instituciones europeas tendrá que ir dirigido a la búsqueda de un diseño de mercado que preserve la seguridad jurídica para inversores y consumidores, sin cambios retroactivos que alteren los flujos económicos acordados entre los mismos ni el marco jurídico existente, de forma que se mantenga un clima de confianza en los mercados financieros que impulse el desarrollo de todas esas innovaciones e inversiones necesarias para facilitar la penetración de las energías renovables. Con esta reforma de diseño de mercado en la que estamos inmersos tenemos la oportunidad de encontrar las herramientas adecuadas para que se les pueda trasladar a los consumidores el beneficio de la reducción de costes de las energías renovables y, así, puedan disfrutar de precios más competitivos.
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