La participación para votar sobre la independencia de Escocia ha sido altísima cerca del 90%. Era el primer dato relevante, que se conocía después de que cerraran las urnas a las diez de la noche de ayer jueves. Hasta las cinco de la madrugada, con un escrutinio del 40%, todavía los datos no eran representativos para pronosticar que postura se iba a imponer, aunque el no se mantuviera en cabeza.
A partir de esa hora, la postura que rechaza la independencia empezó a coger distancia. El apoyo unionista en Aberdeeen impulsaba la diferencia por encima siete puntos. Los votos rupturistas en Glasgow, la ciudad más grande Escocia, había mantenido las esperanzas independentistas, al ser una de las circunscripciones con el recuento más avanzado. La capital, Edimburgo, terminó por rematar al no con una victoria de los unionistas que arrolló con un apoyo del 61%.
Pocos analistas se atrevían hacer pronósticos ante las encuestas que reflejaban un resultado muy ajustado, aunque la mayoría daban el triunfo al rechazo por la independencia. Los datos más seguros que ofrecían es que había un gran porcentaje de indecisos y que la participación iba a ser, tal como ha sucedido, histórica. Un final incierto que ha terminado por dar la razón a los expertos que subrayaban que las proyecciones no contemplaban a una mayoría silenciosa que no salía a la calle pero sí a votar.
Uno de los primeros sondeos tras terminar la votación, ha anticipado que la candidatura unionista ganaría por ocho puntos a la independentista. La ha ofrecido la consultora YouGov, que la pasada semana publicó por primera vez una encuesta que daba la victoria a las fuerzas que apoyaban a la independencia. El sondeo no se hace a pie de urna como suele ser habitual en las elecciones en España, la firma vuelve a contactar con los encuestados para reelaborar los resultados.
El líder del no, Alex Salmond, reconoció la derrota cuando todavía faltaba un departamento por escrutar. "Una participación del 86% es uno de los datos más altos del mundo democrático, en cualquier elección o cualquier referéndum en la historia", ha explicado para aceptar "el veredicto democrático del pueblo de Escocia". Por su parte, Alistair Darling, principal representante de los unionistas ha dicho por redes sociales: "Una noche extraordinaria. Humillado por el nivel de apoyo y los esfuerzos de nuestros voluntarios."
Con el resultado definitivo, la libra esterlina ha reaccionado alza hasta los 1,64 dólares. En la jornada de ayer, cuando los escoceses votaban si seguían unidos a la Union Jack, el pound se revalorizó un 1% apostando fuerte por el rechazo a la independencia.
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