El próximo 18 de septiembre se celebrará el referéndum en Escocia por la independencia del Reino Unido. Y aunque las últimas encuestas apuntan a la permanencia en el Reino Unido, la fuerza que ha tomado el ‘Sí’ ha agitado los nervios en las grandes gestoras de fondos de inversión que manejan millones de activos en libras. Gigantes bancarios como Royal Bank of Scotland (RBS) y Lloyds ya han advertido que trasladarán su domicilio a Londres, como ya han hecho miles de ahorradores que amenazan con provocar una fuerte fuga de capitales en el país.
"Los clientes están preocupados por lo desconocido", explicaban desde una firma internacional al diario Financial Times. Gestores y asesores fiscales reconocen que cada vez son más los clientes que piden mudar sus carteras hacia divisas más seguras en este momento. Y es que a pesar del ligero rebote de las últimas horas, la libra ha caído a mínimos esta semana en su cruce con el dólar. Incluso frente al debilitado euro, añadiendo más inestabilidad a un mercado de divisas ya de por sí complejo ante los distintos caminos de los bancos centrales en sus políticas monetarias.
Rafael Alonso, analista de Bankinter, explica que "con la información disponible a día de hoy es prácticamente imposible de prever el resultado de la votación y sus consecuencias económicas, por lo que recomendamos mucha cautela al respecto". Aún así, reconoce que "la evolución de la libra y la cotización de los bancos en Reino Unido durante la última semana, reflejan la preocupación de los mercados de capitales al respecto".
¿DECISIÓN IRREVERSIBLE?
Otro de los grandes problemas que observan los expertos es que, si gana el ‘Sí’, los países tendrían que negociar un reparto de la deuda nacional de Reino Unido. Y si los secesionistas se empeñan en no pagar, podríamos estar ante otro caso de default en la región.
RBS y Lloyds (ambas rescatadas en 2008) son solo dos ejemplos de empresas que no ven negocio en una Escocia independiente. Aseguradoras, gestoras de patrimonio e incluso BP y Royal Dutch Shell ya han advertido de loso inconvenientes de una separación para sus negocios. Incluso españolas como Iberdrola, dueña de Scottish Power o Santander UK, con millones de libras en préstamos en el país, también podrían verse afectadas.
El problema es que "la decisión de las entidades de abandonar Escocia puede ser irreversible", explican desde Sanford C Bernstein. La firma asegura que incluso ganando el ‘No’, las empresas ya no se fiarían de que a lo largo de los próximos años no se vuelva a repetir la situación.
¿CONTAGIO A CATALUÑA?
Saben que hay muchas diferencias, pero otra de las mayores preocupaciones de las grandes gestoras de fondos de inversión desde hace meses es si este proceso podría impactar en el mercado español por aquello de que Cataluña sea la siguiente. Firmas como Société Générale ya han advertido que los operadores podrían no hacer distinciones entre Escocia y Cataluña, lanzando órdenes de venta indiscriminadas que impactasen de lleno en el mercado nacional.
"Puede pasar que alguien se ponga nervioso en una mesa de Londres y suelte todo el papel", advertía ya hace meses Álex Fusté, economista jefe de Andbank. Y es cierto. Solo con apretar un botón todos los esfuerzos para recuperar la confianza inversora saltarían por los aires. El experto aludía a la fuerte preocupación de las gestoras por los planes soberanistas de Artur Mas. La entidad ha elaborado un ejercicio de simulación para calcular el impacto en la deuda de una posible independencia de Cataluña.
Basándose en aspectos como la participación del PIB, la demografía, la extensión territorial y la contribución a las exportaciones, Andbank concluye que la deuda sobre el PIB de Cataluña se dispararía del 30% al 103%, aunque con equilibrio presupuestario que podría alcanzar un ligero superávit. El Estado Español pasaría del 97% al 130%, "con un déficit anual abultado del 6%".
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