España, a la cola en Educación

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la mitad de los españoles entre 25 y 65 años no ha terminado ni el Bachillerato, ni ningún estudio similar, y el 36% de los jóvenes de entre 25 y 34 años ha dejado los estudios antes de los 16 años.

El director de Innovación e Indicadores de Progreso de la dirección de Educación de la OCDE, Dirk van Damme, señaló en la presentación que los ninis suponen "un gran problema para España" y pidió que haya "una oferta educativa acorde" con la realidad de estos jóvenes. En su opinión, la solución pasa por "aumentar" la Formación Profesional.

Fernando Alberca, experto en educación y docente de la Universidad de Córdoba, ha hablado para DIRIGENTES y ha expuesto lo que para él es el lastre de la Educación en España, el fracaso del Sistema educativo y la necesidad de una urgente revolución de contenidos, actitud por parte del profesorado y de los padres y madres. 

¿Por qué España ha obtenido tan malos resultados en Educación? ¿Que se está haciendo mal?

España está el segundo por la cola, solo superado por Turquía, en muchos aspectos y sin embargo demostramos en otros ámbitos profesionales nuestra agudeza, creatividad, capacidad de sacrificio y competitividad. Lo que está pasando es que nuestro sistema educativo ha fracasado. Exige una urgente revolución de contenidos, actitud por parte del profesorado, alumnado y de los padres y madres, con la ayuda a prestigiar la educación por parte de las autoridades en lugar de lo contario. Necesitamos una educación más emocional, adecuada a los tiempos, muy diferente a la que tenemos, den la que el protagonismo lo recupere el aprendizaje y cada ser humano diferente que es cada alumno y alumna. Los alumnos españoles son muy inteligentes, pero necesitan aprender a estudiar, a leer mejor, a expresarse mejor, a solventar con esfuerzo los obstáculos, pero con éxito también, con una motivación muy diferente y mayor y un método más adecuado para empezar por lo posible y lograr la experiencia del éxito.

Teniendo en cuenta la cantidad de reformas educativas que ha aplicado el Gobierno, ¿Ninguna ha sido acertada?

La política y la educación desde hace años son malas amigas. La educación se ha politizado y ofuscado con una organización soportable que se ha vuelto insoportable. El desencuentro de padres, madres, profesorado, alumnado y política es creciente, y necesitamos volver a componer el equipo para que todos disfruten del éxito que merecen, incluso los políticos, pero pensando en educación de verdad cuando hablen de educación. La nueva reforma es como querer hacerle cosquillas a Goliat o pretender curar una enfermedad mortal con una tirita.

En concreto, ¿Que errores tienen la Ley de Educación?

La LOMCE ahora tienen muchos aciertos. El principal: que intenta en el plano teórico contemplar que hay niños muy diferentes en un aula. El problema es que no conlleva un cambio de actitud en el profesorado, no prestigia la profesión docente, no le da la autoridad que requiere, separa a niños por dificultades, lo que es un atraso para todos, confunde atención y educación con instrucción, no saca lo mejor de cada individuo, incluso el docente. Sigue con contenidos obsoletos, mal secuenciados por edades. No premia en la evaluación la mitad de nuestro cerebro, esa mitad más humana: la creatividad, imaginación, intuición, capacidad de síntesis, emoción. En definitiva, se ha intentado encargar de organizar los cursos de otra forma, y para ese viaje no hacen falta estas alforjas. Los niños no aprenden lo que necesitan y así nos va. Menos mal que la OCDE de vez en cuando nos recuerda que el mundo entero va mejor que nosotros. Lo peor, es que tenemos numerosos expertos y profesional docentes, y familias de primera, que con facilidad nos harían ponernos en primera línea educativa mundial.

¿Es cierto que hay más profesores de los necesarios? ¿La solución pasaría por el despido de personal?

Lo importante no es cuántos profesores, sino qué tipo de profesores son los más necesarios hoy, en los centros de hoy y con el alumnado y familias de hoy. No sobran. Solo tenemos que renovarnos. Comenzar una revolución que empiece por el propio profesor motivado y prestigiado por las autoridades y generadores de opinión. Un profesorado de los más adecuados para dar clase y enseñar y motivar a su vez a cada alumno, sea como sea. De esos faltan más, no sobran.

Y en un plano general, ¿Qué medidas habría que tomar para igualar el nivel educativo en España con el del resto de Europa?

1. Enseñar a leer mejor en los primeros cursos de Primaria, comprensivamente y con capacidad de resumen y esquematización de lo visto, oído o leído.

2. Estimular más los sentidos, receptores de la información.

3. Prestigiar la reflexión, creatividad e imaginación, por encima de la información y la memoria.

4. Prestigiar y puntuar como heroicidad el esfuerzo y el orden, aparte del resultado.

5. Enseñar a escuchar, observar, hablar, escribir y memorizar mejor en Primaria.

6. Hacer menos exámenes y dedicar más tiempo a enseñar que a evaluar.

7. Motivar más al profesorado y estos más a los alumnos, evitando los padres la sobreprotección que tanto esfuerzo destruye.

8. Evaluar positiva y constructivamente.

9. Revisar y cambiar los contenidos para aprender lo necesario, de la forma más adecuada y más útil a la inteligencia, a la madurez y a la felicidad.

10. Hacer equipo, buscando siempre el bien del protagonista que aprende: el alumno y alumna.

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