El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital estima que en España en 2014 el 17,3% de la energía consumida por los españoles procedía de fuentes renovables. Los datos de Eurostat relativos a 2015 sitúan ese porcentaje en el 16,2%, casi cuatro puntos por debajo de lo que exigido por Europa para 2020. Para Ignacio Pérez-Arriaga, director de la Cátedra BP de Desarrollo Sostenible y profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), la penetración de las renovables en la energía final en España fue solo del 14% en 2014. Sin embargo, cree que España conseguirá un “aprobado raspado” pero cumplirá con los objetivos europeos. Por el contrario, 11 países de los 28 ya los habían cumplido en 2015. Desde que España eliminó las ayudas a las renovables, la instalación de infraestructuras relacionadas con estas energías se ha paralizado. Solo la solar fotovoltaica incrementó la potencia instalada en 2016, con un ligero crecimiento del 0,3% según datos de Red Eléctrica. Según se recoge en el X Observatorio de la Energía de la cátedra BP, en todo el mundo en 2016 se instalaron 70 gigavatios (GW) de energía solar y 56,5 GW de eólicas, mientras que en España, pese a haber sido uno de los países más adelantados en cuanto a instalar generación solar y eólica, las nuevas instalaciones han sido prácticamente nulas. Debido a la urgencia por cumplir los objetivos europeos a solo tres años de que termine el plazo, el Gobierno ha convocado una nueva subasta para retribución de instalaciones renovables de un total de 3.000 megavatios (MW). Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya advirtió al Gobierno en un informe que esa cifra dista mucho de la cantidad que él mismo consideró en su Planificación 2015-2020. De hecho, en dicho plan se especifica que se instalarían 8.500 MW de potencia adicionales, frente a los 3.700 (3.000 este año más 700 adjudicados en la subasta de 2016), menos de la mitad. En dicha Planificación, explicaba en su informe la CNMC sobre la propuesta de la subasta del Gobierno, se destaca la importancia de apostar por las renovables para que llegasen a suponer el 37% de la generación bruta total y el 20% del consumo. Para lograrlo, se haría a través de tecnologías “más competitivas y técnicamente eficientes, en particular eólica y fotovoltaica”. Por ello, se contempla la instalación de 4.500 MW y 6.500 MW eólicos adicionales, junto con casi 1.400 MW de solar fotovoltaica, unos 200 MW de solar termoeléctrica y casi 30 MW de biomasa, biogás, residuos sólicos urbanos y otros, entre 2013 y 2020. Además, el Gobierno planeaba sustituir 6 GW de ciclos combinados por 6 GW de eólica y añadir a estos últimos otros 2GW de renovables de otra clase, de los cuales 1,5 GW serían solares. La CNMC matiza que, en 2014, se instalaron apenas 43 MW adicionales de tecnologías renovables, ninguno de ellos en eólica, solar termoeléctrica o residuos. Pese a todo esto, los expertos de la cátedra de BP creen que “España está en la senda correcta para conseguir el objetivo del 20% renovable en 2020 si se contabiliza adecuadamente la contribución de los biocombustibles”.
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