Que el centro de gravedad económico mundial se esté desplazando hacia el Pacífico no supuso una sorpresa para ninguno de los invitados a la mesa redonda presidida por Miguel Sebastián Gasón, reconocido economista y profesor además de exministro de Industria, Turismo y Comercio, que abría el tercer bloque del Congreso de Sociedad Civil celebrado el pasado 27 de abril. Bajo el nombre La Confrontación Estados Unidos y China y sus consecuencias para Europa y España. ¿Alianzas Tecnológicas y empresariales con China?, en el debate participaron expertos políticos y económicos como Petra Mateos-Aparicio, catedrática de Economía Financiera y ex presidenta de Hispasat; Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno de España y ex ministro de Economía, además de director gerente del FMI; Miguel Ángel Fernández-Ordóñez, el antiguo gobernador del Banco de España y Cristina Manzano, directora de ESGLOBAL.
La realidad económica adelanta lo que previsiblemente sucederá en menos de 10 años: China será el próximo líder mundial. La Covid aceleró esta premisa y, actualmente, el país más poblado del mundo supone el 78% de la economía americana. Ante ello, Europa debe actuar neutralmente, ser socios estratégicos de ambos bandos para priorizar sobre sus intereses propios y así poder escapar de un mundo de sanciones cruzadas, protegiendo así a las empresas europeas.
Mesa redonda La Confrontación Estados Unidos y China y sus consecuencias para Europa y España. ¿Alianzas Tecnológicas y empresariales con China?
China adelanta a EE.UU.
Petra Mateos fue la encargada de aportar los datos sobre cómo la economía china se ha fortalecido significativamente en los últimos 20 años. Sectores como el de las telecomunicaciones, la energía solar, los drones, la maquinaria industrial o los trenes de alta velocidad son la mejor muestra de ello. El pasado 2022, China superó a EE.UU. como líder mundial en investigación científica y en patentes sobre diversas tecnologías punteras. Además, el país asiático cuenta con siete de los diez institutos de investigación más potentes del mundo en tecnología militar y supera a Norteamérica en ocho campos de la industria energética.
Si bien EE.UU. continúa siendo el líder en computación cuántica, la Inteligencia Artificial china ya cuenta con importantes patentes que están muy cerca de alcanzar a los americanos. China ha implementado, además, “Made in China 2025”, un plan estratégico para aumentar sus capacidades industriales y luchar por quitarse la etiqueta de “la fábrica del mundo a bajo costo”.
La política china permite al país tomar decisiones a largo plazo gracias a su aparente estabilidad, muy diferente a lo que sucede en la toma de decisiones tanto en Europa como en EE.UU. Algo que la catedrática no quiso pasar por alto al igual que la reubicación que está haciendo el país asiático como otras naciones como África, gracias a su doctrina universalista y en expansión.
El crecimiento de China aporta más desafíos
“Es probable que China se convierta en líder mundial, pero tendría unos ciudadanos muchos más pobres que otros países.” De este modo comenzaba Rodrigo Rato su intervención en el simposio. El ex ministro no dudaba en apoyar la previsión del próximo liderazgo mundial de China, no obstante, ve como ello aportaría más desafíos al conjunto de Europa como una debilidad política y un alto endeudamiento.
La guerra de Ucrania ha complicado las relaciones entre chinos y europeos, lo que implica no poder ser neutral en un futuro. Que China se haya convertido en un actor clave en temas como el cambio climático, la deuda y los datos es la mejor muestra de ello, según el experto. Incluso si se diera la posibilidad de un desacoplamiento o fragmentación de mercados, ello afectaría a Europa.
China aspira a ser el centro del mundo, por lo que establecer reglas europeas en el diálogo con el país asiático, especialmente con temas relacionados con derechos humanos y seguridad de datos, es de relevante importancia. Las empresas europeas necesitan considerar a China como un socio comercial calve, pero no por ello aceptar condiciones desfavorables.
Consecuencias del conflicto EE.UU. – China
Esta confrontación va en contra de la globalización y de la reducción de la pobreza. Así lo dictaminaba Miguel Ángel Fernández-Ordóñez, mostrando su preocupación ante las graves consecuencias para el resto del mundo que ello supone. La globalización ha permitido el crecimiento económico, pero también ha acrecentado las desigualdades y el cambio climático. Por ello urge buscar soluciones adicionales para abordar temas sociales y ambientales, dejando de lado las políticas unilaterales y abogando por el diálogo entre los países.
Cristina Manzano, se centró en ensalzar los desafíos que dicho conflicto plantea para el orden global establecido. China busca reconfigurar el orden mundial y posicionarse como líder absoluto sobre él; lucha que se debe a la falta de adaptación de las instituciones internacionales a la nueva configuración del mundo y a la frustración de Asia por no haber sido reconocido frente a estos organismos, afirma la experta.
Europa, actualmente, depende estratégicamente tanto de China como de EE.UU., por lo que debe buscar apresuradamente otras alianzas para poder actuar con margen dentro del orden global, con los desafíos y oportunidades que ello representa.
Miguel Sebastián Gascón (@migsebastiang): “Europa debe ser neutral en el conflicto entre Estados Unidos y China, y ser socio estratégico de ambos”
Ha dado comienzo la Mesa A de la tercera sesión del III Congreso Nacional de la Sociedad Civil (@AhoraCivil)#RegenerarEspaña pic.twitter.com/VNnkhZM74k
— 65YMÁS (@65ymuchomas) April 27, 2023
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