Fluzo, la tecnología española dual screen que esperaba la industria publicitaria y de contenidos

Fluzo es una tecnología tan novedosa que hasta los de Sony Pictures (Columbia TriStar, etc) han decidido empezar a probar este mismo verano con gran expectativa. Está basada en complicados algoritmos capaces de reconocer cualquier contenido audiovisual según se está emitiendo por televisión (primera pantalla), y sincronizarlo al instante con el móvil, tableta u ordenador -y futuros wearables- (segundas pantallas).

Google dice que estos dispositivos ya acompañan a tres cuartos de los teleespectadores más jóvenes cuando están viendo la tele, oyendo la radio, escuchando música, esperando el metro al lado de un panel interactivo, asistiendo a una exposición en un museo o saliendo de compras por un centro comercial. Los de [We Are] Develappers han sido capaces de reducir una película de dos horas a una curva matemática única de un kilobit, y todas estas representaciones se alojan en inmensos servidores bajo la custodia de Amazon EC2.

Continuamente se van añadiendo nuevas muestras etiquetadas con todo tipo de contenidos: series, películas, canciones… No se necesita mucho, apenas unos pocos segundos y la aplicación cargada en el móvil ya tiene identificada el título como lo hace Shazam con la música. A partir de ahí, se pueden diseñar multitud de estrategias para dotar de contenido extra a esas second screens que hace brillar los ojos a los nuevos promotores del marketing digital y el social media, y también a los directores de antena de las TDT.

"Reinventamos la industria del contenido al alinearla con los nuevos hábitos de consumo masivo. Esta sincronización permite asociar a un instante determinado del contenido original múltiples respuestas en el segundo dispositivo", nos desvela José Luis García, responsable del desarrollo de negocio. "Sabemos en cada momento en qué minutaje de la escaleta estamos.

Podemos lanzar eventos en el momento justo que aparece una actriz, mostrando sus últimas portadas en las revistas, o lanzar la compra del vestido que lleva dirigiéndonos directamente a su catálogo on-line; podemos gamificar la experiencia del espectador planteando retos y concursos entre todos los usuarios conectados a la aplicación, e incluso añadirle una capa social de manera que ya no hará falta salir a Twitter para comentar lo que estemos viendo".

A lo que cuentan sus promotores, Fluzo es la primera aplicación mundial en su serie capaz de solventar las limitaciones de otras que ya existen, algunas en manos de las poderosas majors de Hollywood. "Hasta ahora, el mundo del dual screen se conformaba con poner una capa de redes sociales; con los sistemas más avanzados, como TimeSync, se producían problemas de decalaje cuando un programa no empezaba a la hora establecida ya que no se podía modificar el lanzamiento del evento para que coincidiera con el anuncio; o con WaterMarking, que vale que establece marcas de agua en el contenido y se sincroniza con el móvil, pero después ocurre que éste hay que adaptarlo según países, por lo que entonces se hace muy caro hacerla funcionar en campañas a nivel mundial".

Y esto por centrar el ejemplo en el ámbito televisivo, porque Fluzo es capaz de convertir cualquier tipo de contenido que hasta ahora había sido off-line en on-line: cines, museos, ferias, discotecas, conciertos, encuentros deportivos… "Nuestra tecnología llegará a revolucionar la industria publicitaria. ¿Cuánto tiempo llevan sin evolucionar los spots de TV, las cuñas de radio o los anuncios en prensa o vallas publicitarias?", se pregunta Vicente García, marcom de la empresa española.

"Fluzo les da por primera vez una interfaz y hace que el usuario tenga en su mano la posibilidad de la respuesta directa que persiguen los anunciantes. ¿Cómo? A través, por ejemplo, de anuncios interactivos que empiezan en la primera pantalla y acaban en la segunda".

Más que una app para el móvil

El sistema de Fluzo funciona en las dos direcciones. En un extremo, se añade a la programación emitida mediante información codificada que acompaña la emisión, donde se puede programar a medida el link a los contenidos extras y la serie de eventos que se quieran activar en los momentos deseados. En el otro extremo, el usuario se ha descargado la app de la cadena y la abre en el dispositivo con el que quiera interactuar.

Éste puede modificar los perfiles a su conveniencia, puede optar ser un usuario "ciego", o por abrir la geolocalización y hasta el acceso al micrófono. Lo que siempre tendrá será su potestad para dar a la tecla de envío si quiere mandar un SMS para participar en una promoción de pago o acceder a una web de apuestas (o de contenido subido de tono, que todo llegará).

"Estamos dando el interfaz y la capacidad de interactuar a todos los actores que intervienen, desde el dueño licenciatario del contenido hasta las agencias de publicidad, que podrán por fin saber quién escucha y quién responde: broadcasters, cadenas de TV, emisoras de radio, anunciantes, publishers, productoras, discográficas…", explica José Luis García.

"Somos una marca blanca, el canal televisivo decide en qué medida usarla, pero esperemos que sea consciente de que hacerlo de una manera poco responsable y demasiado agobiante puede volverse en su contra. Nosotros le haríamos la adaptación técnica y luego cobraríamos un fee mensual calculado en función del proyecto y la previsión de audiencias". No es una aplicación pensada para el mando a distancia en el salón.

Lo interesante de ella es que aprovecha la interactividad de los terminales móviles y pueden aumentar su radio de acción. Sin embargo, los destinatarios de Fluxo deberán aún encontrar el punto de unión entre los muy jóvenes que sólo usan el smartphone, y los más mayores que sólo ven la tele.

Volviendo al pasado

La velocidad de crucero de [We Are] Develappers es espectacular. Hace dos años, en pleno lanzamiento en Brasil y México de la radio por Internet Rockola.fm, recibieron la carta de despido.

"Se la cargó el cash-flow", señala Vicente García; y el cobro de los derechos de autor fiscalizados por la SGAE, añadiría algún tuitero malintencionado. El núcleo duro de desarrolladores de Biit, poseedores de los arcanos de esta app basada en recomendaciones sociales para música en streaming en el móvil, decidieron no darse por vencidos y seguir tocando todos los palos para subsistir: desarrollos web a medida, tiendas on-line, cloud, big data, movilidad… hasta dar con Fluzo, el primer elemento de su particular tabla periódica de ideas, escogido entre 900 proyectos por Zinc Shower como uno de los más innovadores, y respaldado por la consultora PwC en su iniciativa de Empresas de Alto Potencial.

"Estábamos con un cliente que nos pedía de todo sin tener ni idea. No sé quién dijo, pero éste que quiere, ¿que le construyamos el condensador de la máquina del tiempo de Regreso al Futuro?", recuerda Vicente García. "A partir de ahí todo fue muy rápido, hemos multiplicado por tres el tamaño de la empresa y por cinco la facturación. Sin dar una cifra oficial, este año tenemos una previsión de hacer 800.000 euros.

Nos bullen las ideas y tenemos más proyectos en mente, pero estamos esperando a tener la capacidad productiva necesaria. También tenemos una faceta de apoyo a otros emprendedores, llamada Iniciativa Invernadero, donde participamos en proyectos que nos llamen la atención poniendo nuestro conocimiento a su servicio para que puedan salir adelante". Pero no son inversores, de dinero no andan muy sobrados, aunque aseguran que "por suerte ya tenemos beneficios.

Contamos con un producto ya desarrollado, que podemos vender muchas veces. No nos hemos apoyado en ningún business angel, pero sí estamos en conversaciones con algún inversor destacado para poder tener un equipo de programadores dedicado en exclusiva a su desarrollo y evolución. Sabemos que tenemos que posicionarnos como los primeros para ser el estándar mundial y aprovechar ese medio cuerpo de ventaja que ahora sacamos al siguiente", señala el responsable de negocio de Fluzo. "No necesitamos un equipo muy numeroso, con cinco o seis personas es suficiente, pero tienen que reunir unos perfiles muy avanzados y específicos y luego que no nos los roben los headhunters de Suecia o Irlanda".

Matemáticas puras y duras

Podemos tener delante el santo grial. "No conocemos realmente el límite de Fluzo. Basándonos en matemática computacional y aplicando técnicas de machine learning para hacer fingerprinting, no sólo no es necesario alterar el contenido original sino que el preprocesado se realiza en cuestión de milisegundos.

Podremos reconocer cada vez más rápido, en una base de datos cada vez más grande, con mayor precisión frente al ruido y con mayor número de usuarios concurrentes, reconociendo además desde dónde lo estás viendo, si es YouTube, Android o una red social. Además del reconocimiento de audio, ya trabajamos en el reconocimiento de imagen y, en nuestro roadmap, vamos a aplicar también el expertise obtenido al reconocimiento de vídeo", defiende Marcos Pinazo, CTO del proyecto.

"También estamos trabajando para que el consumo de la aplicación afecte lo mínimo a la batería". Pero ¿qué pasaría si alguien se deja su móvil encendido y sigue funcionando Fluzo? "Esta tecnología no es capaz de reconocer o escuchar todo lo que ocurre alrededor del usuario o conversaciones personales; sólo reconoce una representación matemática de contenido que ha sido previamente procesado, por lo que la privacidad de los usuarios está asegurada en todo momento", señala Marcos Pinazo. "Es cierto que para programas en directo es más difícil lograr la identificación, pero no imposible con un algoritmo basado en la locución".

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