En 2013 descendieron un 6,4% hasta los 1.165 millones. El beneficio neto de la filial de la compañía sueca se redujo un 44% hasta los 44 millones. Tiene previsto abrir una tienda on line y establecer escaparates en el centro de las ciudades para revertir la situación.
Ikea aterrizó en España en 2007 y revolucionó la forma de comprar muebles para el hogar. La expansión fue espectacular con el establecimiento de 15 tiendas repartidas por todo el territorio español hasta que llegó la crisis económica. El impacto negativo lo comenzó a notar hace dos años con un descenso notable en sus ventas. En 2012, retrocedieron un 2,5% hasta los 1.425 millones y en 2013 aumentó el declive un 6,4% hasta los 1.165 millones.
Parón en la apertura de nuevas tiendas
Las malas cifras coinciden con un parón en el crecimiento de nuevas tiendas que apoyen los ingresos. El año pasado sólo abrieron un nuevo establecimiento en Sabadell y tienen pensando inaugurar durante este ejercicio la primera tienda en la Comunidad Valenciana. La empresa ha frenado sus planes de expansión que contemplan a largo plazo llegar por encima de 25 tiendas en la península Ibérica.
El objetivo de Ikea es que al menos el 75% de la población pueda acudir a una tienda del grupo que esté a menos de una hora de distancia en coche de su domicilio.
Hasta que se engrase de nuevo su expansión, la firma estudia nuevas fórmulas de venta para implementar en los dos próximos años. La directora general de Ikea Ibérica, Belén Frau, ha explicado en una carta que incluye el informe de gestión que "desarrollaremos nuevos canales y formatos de comercialización". Las iniciativas pasan por vender a través de Internet y establecer exposiciones de sus productos en el centro de las ciudades para atraer a nuevos clientes.
En un año sus tiendas han perdido 800.000 visitantes hasta los 38,2 millones. Esta cifra, además de verse reflejada en la facturación total del grupo, también afecta a la línea de negocio de comida, más vinculada al volumen de gente que se acerca a sus establecimientos, que ha pasado de una cifra de negocio de 57,3 millones a 54,5 millones.
Aunque el informe no incluye el beneficio neto de la filial de Ikea en España, en el depósito de cuentas del Registro Mercantil registra que las ganancias netas descendieron un 44% hasta los 46 millones de euros en 2013.
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