Para las empresas, el momento actual es verdaderamente retador. De un lado, la inflación les obliga a optimizar al máximo el uso de sus recursos – según datos de CEPYME, han experimentado un incremento de costes superior al 24% -, del otro, en un mercado tan cambiante como el actual, diferenciarse pasa por ganar agilidad. Sin olvidar que normativas como la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas, que obliga a todas las compañías a expedir y remitir facturas electrónicas en sus relaciones comerciales, convierten en un imperativo la digitalización de los procesos empresariales.
En este contexto, es imprescindible que los departamentos financieros se conviertan en un activo estratégico del negocio. Esto es que sean capaces de asesorar al resto de los departamentos y ayuden a sus organizaciones a alcanzar sus objetivos de una forma más eficaz y orientada al largo plazo.
El área financiera como palanca del éxito empresarial
En los últimos tiempos, los departamentos financieros ya han ido elevando su función. Según un estudio elaborado junto a Harvard Business Review, el 76% de las empresas considera que esta área desempeña un papel esencial en el apoyo de los objetivos de negocio. Más aún, el 83% cree que un departamento no implicado en la estrategia empresarial es un auténtico riesgo económico.
Sin embargo, todavía existe un gran margen de mejora. Los datos, por ejemplo, muestran cierta insatisfacción con respecto a la falta de agilidad de los departamentos financieros a la hora de proporcionar la información actualizada que los equipos comerciales necesitan o solicitan.
También hablan de la necesidad de acelerar los procesos de aprobación y de que sus profesionales adquieran una comprensión más profunda de los objetivos y desafíos empresariales, y mejoren los procesos que han quedado obsoletos.
Acelerar la digitalización de los procesos financieros
La realidad es que, aunque la mayoría de las organizaciones quiere que sus departamentos financieros sean más analíticos y se enfoquen en realizar recomendaciones estratégicas, el 67% de las empresas cree que estos todavía dedican la mayoría de su tiempo a tareas rutinarias. De hecho, las más desarrolladas actualmente siguen siendo la gestión del flujo de caja, la previsión
financiera, el mantenimiento diario de los registros y la búsqueda de recibos/gastos.
Todas ellas son necesarias, sin embargo, no aportan valor añadido. ¿Cómo casamos ambos extremos? Mediante la automatización de las tareas administrativas con soluciones tecnológicas. Gracias a la digitalización, las empresas consiguen minimizar errores, favorecer el acceso a información actualizada, incrementar el control sobre los datos del negocio y ahorrar tiempo y recursos. Un tiempo que los profesionales pueden dedicar a, por ejemplo, analizar cómo optimizar procesos, inversiones, financiación y resultados.
Acelerar los procesos de digitalización de los departamentos financieros es fundamental para lograr procesos más eficientes, pero no quería terminar este artículo sin mencionar otro pilar igual de importante: la colaboración.
Casi 4 de cada 10 empresas consideran que el área financiera es una de las más aisladas de la empresa. Si queremos que sus profesionales pasen de un rol pasivo a otro activo para impulsar el éxito del negocio, es imprescindible mejorar su integración en la organización. ¿Cómo podemos hacerlo? Favoreciendo la conexión interdepartamental e implicando esta área en los planes de negocio y las funciones de los demás equipos. Seguro que consiguen aportar una nueva mirada analítica sobre la estrategia, que ayude en la toma de decisiones y promueva un modelo de crecimiento más sostenible.
Opinión