Toda inversión tiene un impacto. Así lo afirman desde el Foro Económico Mundial a través de su informe How Mainstream Investors can Design Visionary and Pragmatic Impact Investing Strategies. Y es que, desgraciadamente, cuando se prepara la estrategia de inversión, el impacto que ésta pueda tener en la cultura financiera no suele tenerse en cuenta.
Según el informe de la Global Sustainable Investment Alliance (GSIA) del año 2012 (el último hasta la fecha), el importe en inversión socialmente responsable llegó hasta los 13.600 millones de dólares, un 21,6% del total de inversiones que se realizan en el mundo. Un dato nada desdeñable si tenemos en cuenta las turbulencias financieras vividas en los últimos años.
Prueba del creciente interés en este tipo de inversión es la creación de diversos índices socialmente responsables o la promoción de estos valores por parte de organismos internacionales, nacionales o locales, como es el caso del Foro Económico Mundial.
En este sentido también apunta el informe "La inversión socialmente responsable: una opción comprometida con el bienestar" elaborado por Claudia Lucía Alejos para el IESE y "la Cátedra "la Caixa" de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo. Considera que una inversión socialmente responsable es "aquella que combina criterios sociales y ambientales con los criterios tradicionalmente financieros".
¿Qué cifras se mueven?
En Estados Unidos, este tipo de inversión está mucho más extendido tal y como reflejan sus cifras: la ISR movió 3.470.000 millones de dólares en 2012. En el caso de Europa, la cifra se reduce hasta los 8.750 millones. En este baile de cifras es donde se ve el cambio cultural entre ambos continentes. Como apunta Alejos "la mayor parte de las ISR están sobre todo en Europa, Estados Unidos y Canadá, que representan casi un 96% del total global". Esperemos que estas cifras sigan creciendo.
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