Tras sufrir caídas en Bolsa y una gran depresión en su economía durante 25 años, Japón presenta las condiciones perfectas para convertirse en el paraíso del inversor según Marc Garrigasait, gestor de inversiones en Koala y Panda. Japón se encuentra en el mismo escenario que sufrió la economía de Estados Unidos tras la «Gran Depresión» en 1932 cuando muchas compañías que cotizaban en Bolsa tenían acciones con un valor mucho inferior a su valor en caja. Por ello, Garrigasait considera que pequeñas empresas familiares niponas presentan una gran oportunidad de inversión. Según las previsiones, el Producto Interior Bruto (PIB) de Japón crecerá en 2017 hasta el 1,6%, una décima por encima de lo previsto por el Banco de Japón (BoJ) respecto a su último cálculo de enero. Un crecimiento lento y muy por detrás al de otras naciones, según Garrigasait, pero que ofrece oportunidades de inversión en «empresas pequeñas olvidadas». «Small caps que son familiares y que están en niveles nunca vistos en ninguna otra Bolsa, por lo tanto se ofrece una oportunidad similar a la que se produjo en 1932 en Estados Unidos que después de la «Gran Depresión» hubo compañías que valían menos que lo que tenían en caja» declara. Según los estudios realizados por los expertos de Gesirius, -con más de mil horas invertidas en buscar información y traducirla del japonés al inglés- han encontrado un grupo de empresas que están infravaloradas debido a que su valor en Bolsa solo se corresponde con el 70% de lo que tienen en caja». Una oportunidad similar ya fue detectada en 2004 por Warren Buffet en empresas coreanas que cotizaban a un valor inferior al dinero que tenían en caja. Desde Japan Deep Value seleccionan 50 de las empresas que cumplen éste requisito para luego invertir en 38, según declara Garrigasait. «Las grandes empresas como Toshiba y Panasonic están mal gestionadas y funcionan muy mal pero en cambio empresas familiares pequeñas están olvidadas de todos los inversores y es donde hay más valor». Entre otras recomendaciones para los inversores, Garrigasait aconseja apostar por activos reales. «Recomendamos invertir en activos reales y menos en financieros – activos reales como el inmobiliario, agrícola, oro, cuando por el contrario la gente tiene cada vez más dinero invertido en bonos mucho más peligrosos porque financieramente hay mucho apalacamiento».
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