'Equipo eléctrico' es un término que utilizamos para englobar una amplia gama de dispositivos de conmutación que controlan, protegen y aíslan los sistemas de energía. Estos equipos se pueden instalar en espacios públicos y privados, y proporcionan protección ante cortocircuitos y sobrecargas, a la vez que distribuyen la disponibilidad de servicio a los circuitos no afectados y evitan la creación de riesgo eléctrico.
Durante los últimos años, estos sistemas están en el punto de mira por una preocupación que nada corresponde con su eficacia operativa, y se debe al hexafluoruro de azufre, o también llamado gas SF6, que se ha utilizado como aislante y extintor de arcos eléctricos en algunos conmutadores de media y alta tensión durante los últimos 50 años.
Al adoptar su posición a favor de eliminar el uso de hexafluoruro de azufre en los equipos de conmutación eléctrica de nueva instalación, el Parlamento Europeo ha puesto a la Unión Europea en la senda de liderar el mundo en la implantación de tecnologías limpias y preparadas para la red cero.
La decisión envía una señal clara a los Estados miembros de que deben respaldar la legislación para que los equipos que contienen SF6 se eliminen en un proceso progresivo pero muy rápido que comenzará en menos de tres años, en 2026. En este sentido, las celdas de hasta 24 kV en media tensión deben ser el objetivo principal de la prohibición de comercialización, ya que son fáciles de sustituir. Esta tecnología está bien consolidada y en el mercado hay productos libres de SF6 en este rango.
¿Por qué tanta urgencia? Hay dos razones de peso, la primera tiene que ver con la naturaleza del propio SF6. Se trata de un gas sintético 25.200 veces más potente y dañino que el CO2, que permanece en la atmósfera durante 3.200 años después de su emisión y, dado que las emisiones acumuladas ya han alcanzado niveles récord, el planeta no puede permitirse más demora en lo que respecta al SF6.
En segundo lugar, está la cuestión del calendario. En estos momentos, la UE está dando instrucciones a los Estados miembros para que inviertan en la actualización y el refuerzo de las redes eléctricas europeas de cara a un futuro con cero emisiones netas, por lo que la demanda de aparamenta eléctrica para apoyar las ampliaciones de la red, el despliegue de energías renovables y la gestión de los flujos eléctricos está creciendo rápidamente.
Además de todo ello, es vital que el gas SF6 no acompañe a la remodelación y construcción de las redes europeas, ya que los nuevos equipos de conmutación permanecen en las redes entre 40 y 50 años después de su instalación y el riesgo para el medio ambiente sería sencillamente catastrófico. Ahora corresponde a los Estados miembros reconocer la sensatez de la posición del Parlamento Europeo y votar en consecuencia sobre la forma final de la legislación que regirá la rápida eliminación del SF6 en los equipos de conmutación.
Opinión