El Consejo de Economistas ha presentado este miércoles su Observatorio Financiero de mayo, donde analiza las principales tendencias macro, monetarias y financieras del primer cuatrimestre del año. En este sentido, la co presidenta del observatorio, Monstserrat Casnova, ha destacado que «los acontecimientos políticos han marcado el rumbo de los mercado en este cuatrimestre». Las principales tendencias en el área comunitaria han sido la fuerte apreciación del euro frente al dólar (3,7%), por la desaparición momentánea de la incertidumbre electoral en Europa y el aplazamiento de las consecuencias del ‘Brexit’, la estabilidad del crecimiento económico, liderado por España (se prevé un crecimiento del PIB del 2,7% en 2017), y el buen comportamiento de los principales índices de la Zona Euro frente a los americanos, el Ibex 35 acumula ganancias del 15% frente al S&P 500, con tan sólo un 6,5%. Sin embargo, en este escenario tan optimista para la Eurozona, Grecia e Italia se postulan como los principales focos de tensión de cara a los próximos meses, en el primer caso por el repago de la deuda y en el segundo por la necesidad de reestructurar el sistema financiero. España también podría hacer «gravitar el foco de riesgo», ya que los riesgos de secesión en Cataluña, las tensiones políticas tras la reelección de Pedro Sánchez como secretario general socialista y el crecimiento de la deuda pública suponen factores que podrían hacer tambalear la estabilidad a medio plazo. «Aunque la economía española sigue creciendo, seguimos teniendo una deuda pública superior al 100% del PIB, lo que supone un riesgo para la sostenibilidad de nuestro país a medio plazo», ha declarado Valentín Pich, presidente del Consejo. En sentido contrario, el sector privado ha seguido avanzando en su proceso de desapalancamiento, con una caída del nivel de endeudamiento financiero desde el 322,1% del PIB hasta el 296,8% en los últimos dos años. Respecto a sector bancario, el organismo ha querido remarcar que «la rentabilidad del ahorro y de la inversión sigue prácticamente en cero y esto introduce unos riesgos e incertidumbres de los que no conocemos las consecuencias». La liquidez en la Eurozona ha evolucionado mejor que en España durante el primer cuatrimestre, el agregado monetario (M3) comunitario aumentó en marzo un 5,3%, mientras que el crédito al sector privado lo hizo en un 3,2%. A nivel nacional, la M3 se moderó hasta un 4,1% en marzo con un abajada de 1,9 puntos respecto al trimestre anterior y el crédito se ralentizó hasta el 0,6%, lo que se achaca a una mayor normalización de las tendencias en España en línea con las políticas del BCE. Para 2017, se espera que el crecimiento mundial se mantenga al alza en torno al 3,5% en 2017 y 2018. El euro mantendrá su tendencia fuerte frente al dólar al menos hasta junio, cuando se espera que la Reserva Federal vuelva a subir los tipos un cuarto de punto. En sentido contrario, la divisa común se ha depreciado un 1,3% frente al yen y la libra. Por su parte, el precio de las materias primas seguirá alto pero con resistencias (las commodities sin alimentos crecieron un 28,5% y sin energía un 14,6%), en especial el del oro por su valor refugio, que podría terminar el año en torno a los 1.380 dólares la onza. El Observatorio prevé que el petróleo se mantenga al alza tras el acuerdo de la OPEP, aunque podría cerrar el año en torno a los 50 dólares el bárril. Por último, el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, ha resaltado que los bancos están «muy recargados» con las deudas de cada país, lo que podría afectarles si suben las primas de riesgo o los tipos, registrando importantes minusvalías.
hemeroteca