La era del Bitcoin parece que se alarga. Si la criptomoneda en algún momento fue la única divisa de estas características que abundaba dentro del mercado, ahora se enfrenta a una enorme competencia que amenaza con dividir a toda la comunidad criptográfica: Bitcoin Cash. El Bitcoin fue lanzado en 2009 con la promesa de ser un método fácil, rápido y barato de realizar transacciones a través de las fronteras. Últimamente, sin embargo, las transacciones esta criptodivisa han sido cualquier cosa menos rápidas y baratas, con tarifas de hasta seis dólares por transacción. Algunos creen que esto se debe a que los problemas de escalada de la moneda digital, que ha tenido la repercusión con comisiones más elevadas. Otros consideran que el aumento en las comisiones puede deberse a un ataque a la red. Mientras se dilucida la verdad, un grupo de desarrolladores de criptografía consideraron que era el momento de dar un paso más allá, evitar las altas tarigas, y para ello decidieron crear una versión de la divisa digital más importante que estuviera más alineada con la idea de una moneda fácilmente transaccionable. Su visión se hizo realidad el 1 de agosto de 2017, y la nueva criptomoneda adoptó el nombre «Bitcoin Cash». Esta nueva versión del Bitcoin es casi idéntica a la versión anterior, y cualquier persona que poseyera un Bitcoin antes de la fecha de creación del 1 de agosto fue acreditada con una cantidad igual de efectivo de la criptomoneda. La principal diferencia entre los dos es que Bitcoin Cash tiene un tope más alto en el «tamaño de bloque» máximo, lo que permite un mayor rendimiento diario en las transacciones. El efecto deseado del aumento del tamaño del bloque fue reducir las tarifas y la congestión de la red. Algo que parece haber conseguido. De inmediato se nota que hay una diferencia significativa en las tarifas entre las dos monedas. A partir del pasado 23 de noviembre, la tasa de transacción promedio de Bitcoin alcanzaba los 6,18 dólares, mientras que la tarifa promedio de transacción de Bitcoin Cash se encuentra en los 0,19 dólares. Al principio, parecería obvio que Bitcoin Cash era la solución perfecta: Tarifas más bajas, transacciones más rápidas. Los cambios en el precio de Bitcoin frente al precio del Bitcoin así lo respaldan. Sin embargo, si ahondamos más nos encontramos con que es demasiado pronto para saber si Bitcoin Cash realmente puede cumplir sus promesas. Los dos vehículos solo pueden procesar un número limitado de transacciones por día. Este límite está determinado por dos factores: el tamaño de cada bloque en la cadena de bloques y los intervalos en los que se producen bloques. Ambas criptomonedas tienen el mismo intervalo: 1 bloque cada 10 minutos, pero Bitcoin Cash tiene un tamaño de bloque más grande: hasta 8 veces el tamaño de los bloques originales de Bitcoin. En teoría, un bloque más grande requiere menos competencia para que su transacción se incluya en un bloque, lo que se traduce en tarifas más bajas. Pero en la práctica, este no es aún el motivo de las tarifas más bajas de Bitcoin Cash. Y es que Bitcoin Cash procesa menos de la décima parte del número de transacciones que Bitcoin realiza. Las tarifas son más bajas no por el aumento del tamaño del bloque, sino porque un número comparativamente pequeño de personas está utilizando la cadena de bloques Bitcoin Cash. Como referencia, cuando el Bitcoin procesaba 30.000 transacciones por día (una cantidad similar de las transacciones que procesa Bitcoin Cash ahora) la tarifa de transacción promedio era menos de un centavo. Si bien el aumento en el tamaño del bloque puede ser una ayuda para las tarifas altas, también puede tener un efecto de «centralización», que en última instancia podría reducir la solidez y la resistencia al ataque de la red. Los efectos completos del aumento del tamaño del bloque seguirán siendo desconocidos hasta que la cadena de bloques Bitcoin Cash las mismas transacciones diarias que el Bitcoin.
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