El Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy ha comenzado la carrera electoral un año antes de las elecciones. En contra de las recomendaciones de la Troika, que le sugiere incluso una nueva subida del IVA, así como de la reducción del déficit para acercarlo al objetivo pactado, del que España se encuentra todavía muy lejos, el Gobierno ha optado por comenzar a revertir la pérdida de más de dos millones de votos del pasado 25 de mayo.
La reforma afectará especialmente al impuesto sobre sociedades y al impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el tipo con mayor peso en la recaudación total del Estado. Según ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la rebaja media de este impuesto será del 12,5%, aunque la proporción será mucho más alta entre las rentas altas y bajas que entre las medias.
Circunstancia que ha motivado las críticas de la organización de inspectores de Hacienda (IHE), que ha expresado que "las rentas medias pagarán la rebaja a las rentas más bajas, pero también la de las más altas", una afirmación que queda muy lejos de la que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, expresó al afirmar que "ha llegado el momento de bajar impuestos para todos. Los españoles van a recibir la compensación al esfuerzo que han hecho".
El momento de bajar unos impuestos que se han incrementado cerca de un 30% en los últimos dos años y medio, y que experimentarán su primer relajamiento apenas unos meses antes de las elecciones generales, que deberán celebrarse en 2015. Según afirmó, el nuevo sistema tributario favorecerá a los emprendedores, con lo que impulsará las inversiones y la competitividad de la economía en el exterior.
La reforma reducirá los tramos, de siete a cinco, en dos fases diferentes: la primera en 2015 y la segunda en 2016. Una vez que haya sido totalmente aplicada, el tipo mínimo del IRPF (el que se aplica a las rentas por debajo de 12.450 euros anuales) habrá pasado del 24,75 al 19%. El tramo que graba las rentas entre 12.450 y 20.200 euros, en cambio, se reducirá apenas en dos puntos, hasta el 24%, mientras que el máximo se reducirá del 52 al 45%.
Por otro lado, el ministro ha explicado que se reducirán también los tipos para el ahorro, que pasarán a tributar a un mínimo del 19% y un máximo del 23 en 2016. Concretamente, el ahorro hasta 6.000 euros pasará del 21 al 19%; el ahorro de entre 6.000 y 24.000 euros lo hará del 25 al 21% en 2016; el ahorro de entre 24.000 y 50.000 euros del 27 al 22%, y el que supere los 50.000 euros del 27 al 23%.
Del mismo modo, el Impuesto de Sociedades experimentará una reducción de cinco puntos en dos años, ya que pasará del 30% al 25% en 2016. Ello al margen de las deducciones e incentivos que, al margen de los ya existentes, colocarán la tributación de las pymes en el 20%, mientras que la de los emprendedores se mantendrá en el 15%.
Por último, en contra de las recomendaciones de la Troika, tanto el presidente del Gobierno como el ministro y la vicepresidenta se afanan en desmentir una nueva subida del IVA, salvo para aquellos productos, como los sanitarios, especificados por Bruselas.
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