Después de un periodo de calma para los mercados parece que algunas preocupaciones han aparecido de nuevo como las tensiones con Qatar por el lado del petróleo, la incertidumbre con Trump… ¿Cree que estas incertidumbres tendrán impacto en la renta variable para que llega la corrección pronto? Es siempre difícil hacer previsiones. Hay buenas razones por las que el mercado se ha comportado así. Está relacionada con la situación económica, el crecimiento, la inflación es buena. Los bancos centrales están poco a poco terminando con sus políticas acomodaticias o al menos esas son las previsiones. Por tanto, las perspectivas son interesantes. Obviamente los eventos relacionados con el petróleo afectan al mercado, pero tienen un impacto más local, con mayor afectación a los mercados emergentes. Es verdad que es una preocupación por la volatilidad que genera y el problema es los ritmos de producción, sobre todo en Estados Unidos. Por ejemplo, las elecciones en Reino Unido probablemente tienen un impacto más regional que global. Así pues, estos eventos pueden generar volatilidad, pero lo más importante son los fundamentales que hay detrás. Hay que buscar valor ante estos riesgos generales. Esto no quiere decir que no tengamos sobre nada, puesto que lo más importante que miramos en término de riesgo son las valoraciones. No vemos que estas sean realmente atractivas si la economía avanza a un ritmo inferior de lo esperado. Por último, la mayor preocupación está en China, con el crecimiento de su deuda. De este modo, para contestarle a su pregunta, hay buenas razones por las que los mercados están calmados y hay fundamentales detrás para pensarlo. Como dice, China es uno de los factores en los que el mundo inversor se está centrando, por el riesgo del crédito. ¿Piensa que deberíamos estar preparados para otro episodio de volatilidad como vimos en el pasado? Hay que saber que lo que sucedió en el verano de 2015 fue la falta de comunicación y de comprensión de lo que sucedió en China, sobre todo en cuanto a los mercados. Creo que deberían haber aprendido sobre esa situación para hacer más entendibles las medidas de las autoridades chinas. No es un problema fundamental, sobre su sistema financiero, aunque siempre hay temor a que la economía decaiga, porque su PIB es uno de los grandes contribuidores al crecimiento mundial. Más bien la comunicación es fundamental para mostrar los progresos de su política y para no cometer esos errores del pasado. Con este escenario, ¿sobreponderan China y a los mercados emergentes? Nos gustan los emergentes en general, aunque he mencionado dos riesgos relacionados con ellos. Nosotros intentamos ser muy flexibles y buscar atractivo en el “carry”. Con las políticas de los bancos centrales en emergentes se crea un entorno muy atractivo para estrategias de carry. Por tanto, vemos algún atractivo para encontrar rentabilidad en muchos mercados emergentes y ese no es el caso en muchas otras regiones. Ante hablaba de inflación y le quería preguntar en qué medida tienen en cuenta esta variable dentro de su estrategia… Lo que intentamos alcanzar con nuestra estrategia de multiactivos es no hacer una diversificación habitual de 50% en renta variable y 50% en bonos. Intentamos tener el mayor retorno posible. Teniendo en cuenta eso, el punto más importante es reconocer las fortalezas y todos los puntos importantes para tener una cartera equilibrada. Eso quiere decir que hay que fijarse en todos los factores como crecimiento, posibilidad de recesión, movimientos de los bancos centrales y, contestando su pregunta, claro que es importante fijarse en la inflación para poder construir una cartera lo más robusta posible. De hecho, si miramos los últimos dos años aproximadamente la dinámica de la inflación hemos visto que ha sido muy baja, incluso en un entorno deflacionista. Lo que sucedió con las elecciones de Trump es que hubo un rebote en la inflación y aunque hay riesgos como el del petróleo que hemos comentado anteriormente hay oportunidades en este aspecto. Más allá de bonos ligados a la inflación pueden ser interesantes las curvas de tipos. Nos beneficiamos de esto y un poco de las materias primas. Relacionado con esto que me comenta, ustedes ven más valor en los bonos estadounidenses con respecto a los europeos. ¿Por qué tienen esa apreciación? Hay varios puntos que hay que considerar. En términos de duración nosotros somos neutrales en los bonos gubernamentales e infraponderamos la renta fija financiera a principios de año, pero claramente pensamos que la notable evolución de la inflación es neutral para la duración. Si mira el espectro de las oportunidades la rentabilidad de los bonos europeos se encuentra bastante deprimida. Solo hay que ver el ejemplo del bund alemán con un rendimiento cercano al cero. Pensamos que el BCE corregirá sus políticas en algún momento, pero llevará tiempo ver qué ocurrirá. En el lado opuesto tenemos a Estados Unidos que ofrece un carry más atractivo. Entonces si vemos el Treasury tiene mucho más potencial que el bund al alza. Es lo que más sentido tiene en estos momentos. Pero en términos de cartera intentamos diversificar lo máximo posible. También quería preguntarle por políticas monetarias, porque podría generar un impacto en los mercados. ¿Cómo maneja este tipo de variables para construir su cartera como la subida de tipos de interés por parte de la FED o los próximos movimientos del BCE? Es uno de los puntos que hay que mirar hoy en día. El mercado se está concentrando principalmente en eventos políticos, que en definitiva tienen un impacto a muy corto plazo, pero que no cambian dramáticamente la situación la mayoría del tiempo. En este sentido, hemos sido muy neutrales en los últimos tiempos. Pensamos que hay un entorno fundamental que no es muy agresivo en términos de inflación. Una de las razones es la sobreoferta en la parte de las materias primas. El mundo está creciendo y la inflación es buena, pero no estamos en un entorno en el que pensamos que vaya a haber una subida de tipos, que es el caso del BCE. Hay muchos procesos electorales abiertos, en Alemania, Italia… Y la institución monetaria se tomará su tiempo para dar un paso más allá. Los bancos centrales han hecho un gran esfuerzo en recuperar las economías y es algo que hay que seguir teniendo en cuenta. Hay muchas fuentes que aún sostienen a los mercados y también muchas fuentes de riesgo en este momento. Todo depende de cómo se controla la inflación y los riesgos deflacionistas. Ahora hemos visto como la inflación se ha estabilizado un poco. De esta manera, no pensamos que vayan a ser muy agresivos. Centrándonos en inversión, ¿Dónde ve las oportunidades más grandes en este escenario? En términos generales nos gusta la solidez. Pensamos que la renta variable global es atractiva a pesar de las valoraciones. En contraposición pensamos que los bonos corporativos de crédito son menos atractivos. Están muy bajos en este momento del ciclo. Nos gusta también los mercados emergentes en general, en la parte de renta fija y renta variable, que es donde básicamente centramos nuestra cartera. Después de todo esto, estamos buscando estrategias como mencioné anteriormente en cuanto a duración de los bonos. Usamos mecanismos para proteger la cartera. En definitiva, activos de crecimiento desarrollo de la renta variable emergente son activos cuyo desarrollo debería ser positivo. ¿También le gusta España para invertir? No específicamente dentro de las posiciones globales que tenemos en cartera. Pienso que España lo está haciendo muy bien, no solo en el mercado sino también económicamente. Obviamente las reformas aplicadas o la estabilización de la situación política han ayudado. Sin embargo, estamos más interesados en Italia en estos momentos, porque tiene más capacidad de mejora en la renta fija y la renta variable.
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