La falta de lluvias ha causado estragos en la agricultura en general y más en concreto en el sector vitivinícola, que ha empujado el precio del vino al alza. Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, durante la segunda semana de noviembre se registró un aumento del importe del vino blanco del 1,22% mientras que el tinto lo hacía un 0,9%. Las condiciones climatológicas han provocado una maduración temprana de la uva que ha obligado a numerosos agricultores a adelantar alrededor de dos o tres semanas la campaña de la vendimia y que ha ido acompañada de una reducción de casi el 30% de la producción. Se trata de una situación poco favorable para un contexto donde el consumo de esta bebida ha experimentado un ligero repunte en España tras décadas de estancamiento. Según datos del Observatorio Español de los Mercados del Vino, en 2016 la demanda de caldos registró un alza del 4% hasta alcanzar los 9,8 millones de hectolitros, unos datos que si bien arrojan buenas perspectivas, aún continúan estando por debajo de la producción total que alcanza los 48 millones de hectolitros. En este contexto, la compañías dedicadas a la distribución de vino han recurrido a la innovación como forma de salvar su negocio. Es el caso de Corporación Vinoloa, desde la que han puesto en marcha una estrategia basada en la gestión de bodega de «manera eficiente». En concreto, la iniciativa pasa por eliminar intermediarios para poder ofrecer un producto a un precio más bajo que el resto de competidores, además de contar con bodegas propias y con el que consiguen que el consumidor pague «exactamente lo que bebe». El precio de sus botellas oscila entre los cinco y los siete euros y se pueden adquirir a través de su página web, lanzada recientemente. «Nuestro modelo de negocio se traduce en la honestidad que aportamos a un sector donde se le cargan al cliente costes innecesarios», señala su presidente, Antonio Camacho. De cara al 2018 esta empresa se ha marcado dos metas: conseguir vender tres millones de botellas y convertirse en la bodega que más vende a través de Internet. En cualquier caso, explican que la clave de su éxito radica en la «disociación del precio y el producto sin perder la esencia del vino con Denominación de Origen«.
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