La Super Bowl en cifras

En el University of Phoenix Stadium de Glendale, Arizona, los New England Patriots se han impuesto a los Seattle Seahawks ganando su cuarto título de la NFL, la liga más prestigiosa de fútbol americano.

Sin embargo, y aunque lo deportivo ha sido muy destacado durante toda la madrugada, la ‘resaca’ llega de manos de las cifras que envuelven esta competición, unas sumas millonarias que convierten este evento deportivo en uno de los más importantes del mundo económicamente hablando. 

Tom Brady, el quaterbacks de los Patriots, y Russell Wilson, el de los Seahawks, han sido protagonistas de la Super Bowl, pero sus ingresos son completamente distintos. Mientras Brady tiene un sueldo base de 2 millones de dólares, que se elevan a unos 15 millones gracias a los bonus en conceptos diversos, Wilson cobra poco más de 800.000 euros anuales, incluyendo bonus. 

En cualquier caso, Wilson que finaliza el año próximo su contrato, se especula que su renovación le proporcionará unos ingresos anuales aproximados de 64 millones de dólares, bonus incluidos, lo cual significaría pasar a ser el jugador mejor pagado de la NFL.

Premios

En comparación a estos multimillonarios salarios, la cuantías económicas que reciben tanto los jugadores del equipo ganador como el perdedor, pasan a un segundo plano. Cada deportista ganador se embolsa 97.000 dólares, y cada miembro del conjunto perdedor, 49.000. Además, el equipo que se alza con la victoria, en esta caso los Patriots, recibe 150 anillos de 5.000 dólares cada uno. 

Apuestas

Además de las 71.228 personas que han tenido la suerte de ver la final en directo, previo pago de unos 4.000 dólares, más de 115 millones de personas la han seguido a través de la televisión, y muchas de ellas han apostado algo.

El Super Bowl XLIX enciende cada año el espíritu de los ‘apostadores’ y en Las Vegas lanzaron una variedad casi ilimitada de posibilidades para apostar, algunas de ellas bastantes disparatadas. Se estima que alrededor de 10 billones de dólares es el dinero que se ha ‘movido’ en apuestas, algunas de ellas insólitas, como saber de qué color será la bebida energética que servirá para "bañar" al coach ganador. Otra de las más curiosas es adivinar cuántas veces la cámara enfocará a Gisele Bundchen, modelo y esposa de Tom Brady.

Anuncios

Éste es sin duda uno de los ‘filones’ económicos de la noche de la Super Bowl. La cadena NBC vendió todos sus espacios para anuncios publicitarios por alrededor de 4,5 millones de dólares cada espacio de 30 segundos. En cuanto a la evolución del precio en esta publicidad, entre 2005 y 2014, se ha incrementado un 75% y han reportado a las cadenas de televisión estadounidenses 2.190 millones de dólares. 

El elevado coste y el impacto indiscriminado de las campañas hacen que de forma recurrente se cuestione si realmente compensa esta inversión. Un análisis de la consultora estadounidense Rocket Fuel ha dado a conocer que los anuncios durante ese partido no producen el aumento inmediato de las ventas. Otros estudios sugieren que la exposición masiva que consiguen las empresas que se anuncian en el Super Bowl se termina traduciendo en un mayor conocimiento de las marcas por parte del consumidor y, finalmente, eso conduce a las ventas.

Repercusión en redes sociales

Saliendo un poco de las mareantes cifras económicas, la repercusión en las redes sociales también ha sido destacable. En total, se han publicado 28.4 tweets durante la madrugada de la SuperBowl,  Personas de todo el mundo utilizaron el hashtag #SB49 para hablar sobre lo que estaba sucediendo en el encuentro. 

 

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